remus lupin, luna compartida.

XI. NÉMESIS

ㅤLLEVABAN DOS SEMANAS SIENDO DE SEGUNDO AÑO,  y sentían que estaban ahogados en tarea.

—Me rindo, no entiendo nada.— dijo Dom.

—Yo te explico.—dijo Lily acercándose.

Evans había insistido de ir a repasar y completar lo que les habían enviado para no atrasarse, asegurando que sería más difícil si se les acumulaba todo. Pero Dominic no podía hacer ni el primer ejercicio.

—Yo también me rindo.—hablo Marlene.

—¡Chicas! Llevamos menos de un mes de clases, ¿Qué van a hacer en la época de exámenes?

—Seguramente morir.—susurro Dom.—Estoy perdida Lily, antes era buena en pociones pero ahora ni eso.

Lily suspiro exasperada y volvió a explicarles, por novena vez, que había que hacer.

(...)

Luego de una intensa sesión de estudio —dedicada mayormente a Dominic quejándose y su amiga intentando ayudarla— la joven se volvió a su saña común.  Necesitaba descansar.

Al entrar, observo confundida como Remus y Peter miraban por un la puerta de su cuarto, que estaba entreabierta; escondiéndose y soltando risas que intentaban ser silenciadas.

—¿Qué están haciendo?—preguntó susurrando.

Remus indicó que haga silencio y mirara., Dom, haciéndole caso, se asomo y una carcajada que no pudo aguantar escapo de sus labios.

James estaba con un peluche en las manos, al igual que Sirius, y mientras el chico de cabello oscuro le explicaba como él creía que se daba un beso, el de lentes comenzaba a besar a el peluche.

—¿Por qué sacas la lengua, James?—dijo Sirius.

—Lo vi en una película. Yo sé lo que hago.

Ambos chicos dieron un salto al oír la risa de su amiga y verla junto a los otros en la puerta.

—¿No conocen el término privacidad? Estoy ayudando a nuestro amigo, deberían hacer lo mismo.

—Dios... pensé que habían olvidado el tema de los besos.—dijo Dominic.

—Que asco, todo el peluche tiene tus babas, James.—se quejo Remus, fingiendo tener una arcada.

—Lo siento, pero tengo que estar preparado para Lily.

—¡Si, tiene que estarlo— habló Sirius.— Y yo también, quien sabe que cosas pasan...

—¡Deja de imaginar esas cosas con mi amiga!—dijo Dom.—Vamos a pasear por los pasillos, o cualquier otra cosa, lo que sea para que dejen de besar peluches, es raro.

Sirius y James, resignados, aceptaron y salieron de la sala común, paseando con sus amigos en los pasillos de Hogwarts.

En uno de los patios principales, se encontraron con Lily y Marlene, que parecían haber salido de la biblioteca hace poco.

Dominic las llamo y ambas se acercaron a el grupo.

—Se están acercando, se están acercando...—repetia nervioso James.

—¿Por qué te pones nervioso de que este cerca? No es la primera vez.

—Pero desde que confesé que me gusta es más difícil.

—¿Qué te gusta?—dijo Lily derrepente, llegando a su lado.

—Caminar, amo caminar, me relaja...—dijo el chico Potter rápidamente, muy sonrojado.

—Ah, a mi también me agrada caminar, ayuda a despejar la cabeza.

Todo el grupo, excluyendo a Marlene, que no entendía muy bien la situación, aguanto la risa.

—¿Recién salen de la biblioteca?—preguntó Dominic, cambiando de tema.

—Si, Lily me hizo unos ejercicios para que practicará y entendiera bien el tema, fue como una tortura.

—Que exagerada.—se defendió su amiga poniendo los ojos en blanco.

—Luego llego Severus y distrajo a Lily, así que pude escapar.—siguió relatando Marlene.

—¿Severus?—preguntó Dom y todos los demas chicos a la vez.

—El amigo de Lily, es de Slytherin, por eso tal vez nunca lo vieron.

—Si... creo que algunas veces lo nombraron— dijo Dominic

—¿Severus?—río James.—¿Qué es ese nombre? Encima de Slytherin...

—¿Es un nombre más, supongo? No lo se, y si, es de Slytherin, No deberías juzgarlo sin conocerlo, James.—dijo Lily.

—Bueno, creo que dice bastante con solo su nombre...—se burlo nuevamente. Chocando el hombro con Sirius, que también reía.

—Deja de hablar de Severus, no es gracioso y no me estoy riendo.

—¡Vamos Lily! Es bastante gracioso.—dijo Potter mirando a sus amigos, esperando que le den la razón, y rodo los ojos al recibir miradas dudosas de todos menos Sirius.

La pelirroja apretó la mandíbula y lo miro fijamente.—No voy a dejar que hables así de mi amigo.

—Lily, era una broma, ¿Por qué te la tomas tan enserió?—dijo el joven Black.

—Bueno, dejemos de pelear chicos...

—¡Lily! Te estaba buscando.—dijo un chico, acercándose a ella. Tenía una nariz aguileña, labios finos y ligeramente rosas, junto con una mandíbula bastante más marcada a comparación de los otros chicos de su edad. Su cabello, de un negro muy oscuro, llegaba hasta sus hombros. Una serpiente verde tallada en su uniforme resaltaba.

—Sev... ahí voy contigo.—hablo la pelirroja frunciendo los labios, y mirando muy seria a James Potter.

—¿Sev? ¿Él es Severus?—preguntó el chico, ignorando qué el joven de Slytherin estaba oyendo todo.

—Si, soy yo, ¿Tu quien eres?—dijo Severus tomando una posición más a la defensiva, poniéndose hombro con hombro junto a su amiga.

—James, James Potter.

—Ah, eres amigo de Lily. Soy Severus, pero creo que ya sabes mi nombre, soy el mejor amigo de ella.

El pequeño Potter asintió secamente y se dio la vuelta yéndose del lugar, no esperando que sus amigos lo siguieran.

Todos menos Lily, Marlene y Severus fueron atrás de él. Dominic dando una mirada de disculpas antes de voltear.

Corrió para alcanzar a sus amigos y lo primero que escucho fue un comentario que Remus soltó.

—No le hagas caso a ese estúpido Slytherin, amigo.

—Remus, tu nunca dices malas palabras.—río débilmente James.

El chico que tenía varias cicatrices en su rostro sonrio, marcando unas pequeñas arrugas en sus ojos, que Dominic noto por primera vez.