━ LUNA COMPARTIDA
Dominic sufría, casi totalmente por culpa de su licantropia, ¿Quién de su edad podría compartir su terror por la luna?
Al entrar en Hogwarts descubrió que un chico con cicatrices, amante del chocolate, tal vez lo entendería. Y com...
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ㅤEL FRIO DE DICIEMBRE CALABA HASTA LOS HUESOS. Faltaba una semana para navidad y el último partido de Quidditch —antes de que comenzarán las pequeñas vacaciones que tendrian— comenzaría pronto. Dominic se arreglaba junto a sus amigas, Lily y Marlene.
—¿Así estoy bien?—preguntó la pelirroja.
—Lily, tienes el uniforme, un suéter, una chaqueta, guantes, gorro. Estas perfecta.
—No se como eres capaz de moverte con tantas capas de ropa.—dijo Marlene, poniendo un suéter y una chaqueta de jean desabrochada.
—¡Mira como estas! Te vas a enfermar y nosotras no te acompañaremos a la enfermería—habló preocupada Lily viendo el simple abrigo de la rubia, luego se volteo para ver a Dom, haciendo nuevamente una mueca—Y tu también. No es suficiente llevar un suéter y una bufanda...
—Shh... Lily, llegaremos tarde.—dijo Dominic mientras la empujaba por la espalda, fuera de la habitación.
(...)
Todas las gradas estaban llenas de personas, cada una de ellas con los colores de su casa en su abrigo, con disfraces o pintura en su rostro.
Todas las chicas iban sujetas de la mano para no perderse mientras se movían entre la gente.
—Hay que buscar a los chicos, me dijeron que nos esperaban acá...—dijo Dom mirando para todos lados—Deberían estar... ¡Ahí están, Remus!
El nombrado giro su cabeza y la saludo con la mano, haciendo señas para que se acerquen.
—Permiso, permiso—murmuraba Dom intentando no empujar a las muchas personas que se encontraban. Una vez llegaron a su lado Dominic tomó asiento, quedando a el lado de Remus y sus amigas a su lado.—Esto está repleto.
—Si... No espere que viniera tanta gente.
—Es él último partido de la temporada, obviamente iban a venir todos—dijo Sirius asomando su cabeza—¡Todos van a ver a James ser el mejor jugador!
Dominic sonrió abiertamente, contagiada por la emoción de su amigo y soltó una carcajada cuando Peter preguntó, extrañado.
—Lily ¿Por qué tienes tantas capas de ropa?
—¡Por dios, estamos en Diciembre!—se quejo indignada.
—¡Esta por empezar el partido!—llamó la atención Marlene, señalando al campo, donde el equipo de Gryffindor se comenzaba a posicionar.
—Creo que voy a vomitar de los nervios—dijo la niña con un parche a sus amigos, mientras apretaba con fuerza la mano de Remus.
El castaño, notando como sus mejillas se ponían calientes y tomaban calor apretó de vuelta el agarre.—Tranquila, es obvio que va a ir bien.
Dom asintió y dio un pequeño salto cuando anunciaron que, de manera oficial, el partido daba comienzo.
Hizo una mueca cuando —aun habiendo leído varios libros sobre el deporte, para prepararse ese dia— seguía sin entender mucho las posiciones.
