Synenērgy: Teoría de la reminiscencia [JOHNTEN]

CINCO: Dios es misericordioso

A Ten no le gusta llorar, no le gusta que lo vean llorar, no sabe decir por qué, pero también llora por todo, cuando se enoja, cuando está estresado, cuando se siente impotente, cuando no sabe explicarse, cuando se pierde y más importante que todo, cuando se siente solo.

Él no pinta esas preciosas ideas en su cabeza de que siempre hay alguien para nosotros, la frase delicada que te ofrecen en momentos de angustia: No estás solo.

Porque en realidad, todos queremos estar solos a veces y las personas que dicen lo contrario es las que más lo expresan, las que más les hacen saber a otros que ellos también están solos y puede que eso esté bien, pero darse cuenta es agotador. Que la gitana le haya dicho que siempre estará acompañado no lo reconforta en absoluto, ¿dónde está su maldito ángel cuando tiene a un demonio que no dudará en encajarle los dientes si vuelve a agobiarse?

Quisiera un gramo de misericordia cuando tiene que remover las lágrimas secas de su rostro, peinarse el cabello unas horas más tarde, lavarse los dientes, colocar ungüento en sus manos y esperar con paciencia a que Yoonho aparezca en su puerta.

Va a fingir que nada ha sucedido, que no quiere pedirle que lo saque de ese infierno porque su orgullo lo amarra a quedarse ahí, para probarse a sí mismo que es fuerte, que la mala racha pasará.

A Yoonho que no está loco y es mil veces más cuerdo que él porque sigue siendo capaz de recomponerse tras eventos como esos, un logro personal y que mantendrá a escondidas, por supuesto.

Al demonio que no va a sucumbir a sus maneras tan pasivo agresivas.

A la vida, de que puede estar solo.

No sabe desde cuando tiene que probar tantas cosas, pero es lo que hay y piensa en lo agradecido que debería sentirse porque Dios pudo darle muchas otras maneras peores. Siempre dicen que en las peores instancias es cuando recurrimos a la religión, bueno, Ten quiere darles la razón.

Se quedó dormido mientras lloraba, tiene los ojos un poco hinchados y tiene que usar sus lentes, deben ser las ocho de la noche, está seguro de que si Yoonho viene en camino usará un taxi carísimo y luego se quejará del lugar en el que están, pero el retraso sigue siendo inminente por la lluvia. Se queda una hora más al borde de su cama, mirando el suelo y esperando que pueda pensar privadamente, sí, no quiere que Yoonho aparezca ahora mismo.

Hasta que a media noche, el hombre que esperaba le avisa que se ha quedado varado en París por el mal clima, no hay trenes hasta el día siguiente y se pregunta cómo es eso posible si en Marsella la lluvia ya ha cesado.

—No quiero que lo mates—susurra con la mirada baja. —Sé que no estamos yendo de la mejor manera, tú y yo, pero no tienes que hacerme esto, déjalo venir o regresar a casa, no tiene nada que ver en esto.

La respuesta es nula, el estómago le duele, no ha estado comiendo de la mejor manera, pero tampoco tiene la fuerza para mantenerse de pie en la cocina después del impacto emocional que es ser amenazado de muerte y también el dolor en su espalda que sólo se intensificó por su culpa.

Busca su pijama y toca las marcas moradas que el demonio dejó a su paso, permanecen en su espalda baja, así que eso es a lo que llama estigmas, Ten lo piensa un poco, es un término adecuado, no obstante, son una creencia católica, ¿eso no confirma lo que tanto se ha encargado de negarle? Aunque si él es Dios, quiere decir, Dios hijo, Jesús de Nazaret, tendría demasiado sentido su resentimiento contra otros, contra los "dioses".

Y si no mal recuerda, tras ascender al cielo, Jesús regresó y se presentó ante Juan, (al que llaman el Juan Asiático porque hay contradicciones en el Apocalipsis de que sea el Juan mismo que escribió el evangelio más completo) con una forma más aterradora que tranquila y tenía un discurso duro y poco condescendiente. Jesús maldiciendo a todas las iglesias fue algo de lo que se rió un poco, por poco moral que pueda considerarse, ahora no le parece tan divertido.