CERO: Synenērgy

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«¡Cayó, cayó la Gran Babilonia!
Se ha convertido en guarida de demonios,
en refugio se espíritus inmundos,
en nido de aves impuras
y asquerosas;

porque con el vino de su prostitución
se han emborrachado todas las naciones;
los reyes de la tierra pecaron con ella,
y los comerciantes del mundo se
hicieron ricos con ella,
pues era buena para gastar.»

(Apocalipsis, 18, 2.)

A veces lo miraba por la noche, como un cuadro estático, la imagen de un hombre atrapado en un marco formado por la puerta, esperando quién sabe qué, oliendo su sangre a la distancia, manejándola como olas ardientes, un camino tortuoso y desesperado de líquido rojo, acompañado por un par de ojos macabros a los que Ten consideró irreales, lo absorbía en sus momentos despierto y regresaba de forma más amable al ir a dormir.

Tal vez no le hubiese molestado si la sombra siguiera ahí, tácita e inmovible, pero comenzó a moverse poco a poco.

Quizás él podría haber corrido, pero intercambió lugares, esperando en su cama de forma impaciente y estirando el cuello cuando el aliento caliente se posaba sobre él, con la esperanza de compartir algo, de recibir aquello que hacía vibrar su alma.

El problema real era que Ten vivía solo, que él era el verdadero intruso.

Synenērgy: Teoría de la reminiscencia [JOHNTEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora