Especial decembrino

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Las ventajas de la noche

En algún universo en Gotham City

La recaudación de fondos de John Wayne-Suh es la primicia perfecta para cometer más de un crimen. El aclamado y amado filántropo de Gotham City sostiene una sonrisa plena al recibir a la cumbre de la ciudad en medio de su afamado hogar, se dice mucho de los retratos junto a sus hijos adoptivos y, en especial, del más reciente en la familia, Donghyuck Suh, o Damian, como lo llama su padre, un muchachito engreído que se pasea con mal humor por la casa.

Ten tiene sospechas del niño de apenas diez años, su voz le parece extrañamente familiar a las noches de pelea en las que Batman tiende a aparecer con frecuencia junto a un Robin más oscuro que los anteriores.

Pasea de forma lenta por la mansión conforme destaca la larga cola de su traje, hay muchas cosas que puedes esconder en él, a diferencia del entallado estilo gatuno que usa en sus paseos vespertinos.

Se atreve a robar una que otra copa de vino con malicia, si es captado en un lugar en el que no debería, se hará el de poca resistencia al vino. Luego, lo ve, Jungwoo Wayne-Suh, o Jason como lo llama la prensa, es el chico de enmedio de los tres hijos del codiciado empresario, es su sospecha principal para ser Batman, es un hombre fuerte y de físico voraz a pesar de su juventud.

Por otra parte, del más fiel y el mayor de sus hijos, Jeno, o al que el mismo padre le ha puesto su nombre, Richard John Wayne-Suh, pero que se destaca por el curioso apodo de "Dick" entre las personas cercanas a su familia. No quiere averiguar por qué.

Es el mayor de todos, luce amable y bastante comprometido con la recaudación como para ser el hijo desafiante que se torna oscuro por la noche. Tiene un par de ojos de cachorro que, supone, fueron los principales promotores para su adopción, visto que al señor Wayne-Suh le fascina ayudar a los necesitados.

Un niño como ese, a pesar de su fisonomía no parece portar el carácter que la empresa necesita. Lo que lo descarta como Batman inmediatamente, sin mencionar que lo encuentra bajo de estatura, por ello, Jason resulta el mejor candidato.

Abría que ser un poco torpe para no sospechar de esa familia, mucho menos de un grupo de adolescentes cuyo padre brinda todas las facilidades para combatir el crimen.

El único problema es que recientemente han interferido en los planes de Ten, esos que prefiere no llamar crímenes, si no mejor, sustracciones delicadas. A decir verdad, siempre ha sido un fiel amante de las joyas y, le parece irrespetuoso, que los Wayne-Suh, teniendo tanto dinero para acceder a ellas, e incluso atreverse a subastarlas como si no fueran más que brillantes objetos, se atrevan a quitárselas a los que con mucho esmero las han conseguido.

Las joyas nunca han sido para consumo proletario, nadie se esfuerza por ellas, sus dueños tienden a ser millonarios que nunca han tocado un grano de polvo en su vida. Ten se ha rasgado la piel para rescatar a esas linduras de sus jaulas de vidrio. Lucen mejor en su cuerpo que dentro de una aburrida caja de protección.

Tiene dos objetivos claros cuando arrastra los pies por la alfombra cara. Descubrirá a Batman y, si no lo logra, por lo menos saldrá pesando un poco más de ese lugar apantallador.

Por las zonas menos concurridas, percibe un ambiente que ya no se siente tan familiar como el que aparentan. No parece una casa en la que un joven de casi once años vive junto a sus dos hermanos mayores que apenas terminan de ser adolescentes. No hay tacto en las repisas de madera, no hay calor hogareño en las puertas y tampoco una confidencia padre-hijos en cada ventana. Es extrañamente frío. Los candelabros derrochan elegancia, las cortinas intimidad y los cerrojos un secreto.

Synenērgy: Teoría de la reminiscencia [JOHNTEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora