UNO: Ego deus et tu meus

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Los logros profesionales para algunas personas se vuelven el primer instinto de supervivencia, cuando Ten tenía diecinueve años no estaba seguro de los porvenires de una carrera de humanidades; la incertidumbre sobre el mañana acababa con sus noches, en realidad, nadie espera nada de los literatos y, puede que eso esté bien; no obstante, ellos sí esperan mucho del mundo y, por lo general, ese mundo termina defraudándolos.

Así que se encontraba en el limbo perpetuo del ¿Por qué hago esto?

Las constantes entrevistas de estudiantes de psicología lo hacían reír al llegar a la última pregunta: ¿qué le aporta tu carrera a la sociedad? Dos años estudiando hasta que el dolor en su columna se volvió insoportable, dos años entendiendo cosas sin fin y todo para no saber de qué servía.

¿A quién le importan las personas que saben sobre literatura o lenguas? Seguramente, no son de ayuda en un apocalipsis, ese es el escenario típico, donde los médicos y abogados lucen como los mejores candidatos para todo, no sabe por qué, pero sí, esas carreras en las que la gente abunda y se suicida socialmente hasta culminarla son las que todo padre desea para sus hijos, es lo que el rebaño hace.

De todos modos, ¿qué te hace especial sobre seguir o no el rebaño?

Cuando la lingüística entró a su vida, un año después, el amor llegó, es sólo que tampoco entendía por qué, ¿cómo podría explicarles a las personas que descubrir el funcionamiento del habla era una fascinación de la que todos deben escuchar?

¿En qué letra vas? Dicen los torpes que intentan ser graciosos al escuchar a una persona sobre sus estudios lingüísticos o literarios; nadie les pregunta en qué ley van, o en qué número van los de actuaría, en qué canción van los de música, en qué tipo de pan van los de gastronomía, ¿así que por qué los de letras siempre son la burla estúpida?

No sabías qué hacer, dicen unos. Y Ten se preguntaba, ¿realmente no lo sé? ¿Realmente estoy soportando todo este desdén porque no sé qué quiero hacer de mi vida?

La lingüística le dijo: "no" con los brazos cruzados.

Más tarde, al momento de realizar sus tesis, cuando las personas aún pensaban que estudiaba medicina porque todos sus profesores eran doctores, y Yangyang estaba calentando y flexionando su cuerpo en la misma habitación que él, la pregunta salió a la luz de nuevo.

—Las tesis son un trabajo de investigación, —dijo su bailarín hermano menor de apenas dieciséis años—y la investigación siempre aporta conocimiento nuevo a la ciencia o lo que sea, entonces, ¿qué aporta tu tesis?

Ten conocía la respuesta, una muy extensa, una que esperó a que su pecho cosechara por años de la frecuente interrogación, a sus veintiún años, él lo sabía muy bien.

—Las lenguas son necesarias, es la forma básica de comunicación, por eso debemos registrarlas, de ahí que los libros existan, preservan el conocimiento. Cuando escarbamos en los antiguos textos, desenterramos tesoros de sabiduría, pero esas personas no hablaban de la misma manera en la que lo hacemos actualmente, así que hay que entender qué es lo que cambió y cómo cambió para poder añadirlo y presentarlo en nuestra época, tal vez eso no sea capaz de predecir los cambios futuros de la lengua, pero nos recuerda lo humanos que somos, que no podemos desprendernos del pasado, independientemente del texto que sea, merecemos permitirnos leer un poema precioso de hace mil años o admirar la forma en la que otros apreciaban la vida hace varios siglos, la curiosidad es humana, sin el arte y su respectiva investigación, los humanos no tenemos razones para vivir, recuérdalo siempre, no necesitas producir dinero o salvar cuerpos para aportarle algo a la vida.

—Ah—respondió con la cabeza atareada, perdiendo el interés repentinamente.

Porque a nadie le importa y eso está bien mientras a los lingüistas les importe, la labor no se hace menor porque no sea notada.

Synenērgy: Teoría de la reminiscencia [JOHNTEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora