Synenērgy: Teoría de la reminiscencia [JOHNTEN]

OCHO: Néctar

Llanto de Venus en la muerte de Adonis
[...]

Aquí en este lugar la dura muerte
al bello Adonis despojó de vida,
que viviendo alcanzó tan alta suerte
que fuese Venus de su amor vencida.
Y en flor sin fruto ahora se convierte
al que le fue tal suerte concedida;
porque se entienda que el mortal contento
es frágil hoja que arrebata el viento.
Fin del Llanto de Venus por la muerte de Adonis.

–Juan de la Cueva.

Morir es una opción ambigua para Ten cada día; sin embargo, cuando John detiene lo que sea que le estuviese haciendo, lo toma en brazos y una vez en el baño cierra la puerta, sabe que es un objetivo que ambos van a querer impedir ese día.

No hay mejor mañana para decir que tras varios intentos fallidos de una vida en exceso, Ten no desea morir ahora, no cuando descubrió que existe algo más que ver en la vida, la valoración de las cosas mínimas. El baile del aire, el burbujeo del agua y como se siente un corazón tranquilo, cuando menos tiene lo que menos admira, es cuando lo valora.

Tiene el corazón acelerado, con el pánico subiendo por sus venas. Nunca había llegado a ser el experimento entre un grupo de entes de naturaleza inmortal, en consecuencia, es difícil controlarse y no tragar saliva cada tres segundos para revitalizar los segundos en que su vida no depende de él. Porque aunque siempre que piensa en ella, la vida pareja alguien distante a Ten, una posesión que es prestada y pende de los dedos de un grupo de desconocidos que se aburren de vez en cuando.

El destino, el karma, la vida y los dioses, si es que existen como los concibe la mitología y no la religión que predomina estos días. Es aterrador ser consciente de lo diminuta que es el ciclo humano, aplastado cuando un descuido lo permita, si eso se considera el lado bueno.

—¿Quién es? —Ten peina sus cabellos hacia atrás en un intento desesperado de aclarar su mente. Hay un ciclón de cosas sucediendo al mismo tiempo, su cuerpo se recupera de los espasmos incontrolables, la lluvia comienza a sofocar la casa de nuevo, los rayos retumban en la tierra y cada respiración suya fluye desde el cuarto de baño alrededor de toda la casa y llega a él de muevo en un segundo.

La sensación de muerte se acerca a pasos agigantados disfrazada de adolescente. Un escenario de una película de terror barata.

—Querrás decir, ¿quiénes son? —Lo admira cerrar los ojos y detener el sonido del exterior por un instante, por primera vez está agradeciéndole al cielo que John lea cada pensamiento dentro de su cabeza, ha silenciado la vida, es increíble la gran capacidad de hazañas de John, no debe ser un demonio cualquiera. —Deimos o Fobos, siempre son los primeros en venir después de Eros.

—¿Disculpa?

Ten considera que esos días se ha acostumbrado a la sensación de ahogamiento, cuando su garganta duele, tiene la nariz tapada y apenas puede dejar de sentirse hinchado por llorar. Ni hablar del miedo que atraviesa su corazón como un dardo cada hora del día y sin retrasos.