Define odiar

Capítulo 4

—¡Llegué! —anuncia Harry al llegar a su casa.

Su madre llega de la cocina, que se encuentra a su derecha, con rapidez. Al llegar con un trapo de cocina en mano lo mira con atención y preocupación, toma el rostro de su hijo en sus manos.

—¿Qué pasó?, ¿estás bien?, ¿volvieron a molestarte? —pregunta rápidamente.

—Estoy bien, mamá —niega suavemente con la cabeza y sonriendo vagamente. Es triste que su madre estuviese tan acostumbrada a ese tipo de situaciones.

—Te mandé un mensaje, y no me contestaste, te estaba esperando para comer y no sabía que ibas a llegar más tarde hoy —dice preocupada— Sabes que no me molesta que salgas, solo debes avisarme, Hazz.

—Lo siento... —desvía su mirada— Tuve una pequeña discusión con uno de los tontos de siempre y nos castigaron haciéndonos quedar una hora limpiando un salón, sin nuestros celulares —explica y Anne suspira.

—¿Estás bien?, ¿te golpeó?

—No te preocupes, mamá, estoy bien, no hubo golpes —le asegura.

—Okey... —suspira aliviada asintiendo—, vamos a recalentar para comer ¿sí?, y me cuentas que fue esta vez.

—Siempre es la misma razón... —hace una mueca de desagrado.

—Lo sé... —chasquea la lengua— no hablaremos de eso si no quieres. Ahora, a comer que debes de tener hambre.

Harry tiene una buena relación con su madre, tienen buena confianza y comunicación. Si él tiene un problema ella lo sabe e intenta ayudar, por lo que está al tanto de la discriminación que sufre en el instituto. Al principio fue a quejarse, pero jamás lograron nada en realidad, más que una simple charla en cada clase en contra del bullying, algo que nunca funciona y es ignorado en su mayoría de veces.

Desde que Harry salió del closet, hace cuatro años, Anne siempre ha dejado en claro cuanto lo apoya, a diferencia de su padre quien no se lo tomó bien, y luego de un año de su salida del closet se divorció de su madre y se fue. Pronto hizo una nueva vida con una chica joven teniendo más hijos.

El año antes del divorcio solo se resumía en peleas de sus padres por las noches que no lo dejaban dormir. Luego del divorcio hasta la actualidad ve a su padre una vez por mes. Una salida a desayunar, almorzar o cenar era suficiente para Des, solo hablaban de cosas como el estudio o trabajo evitando el tema de la sexualidad de Harry, totalmente incómodo para ambos. Siempre terminaba en lo mismo, su padre intentando insinuarle que conocía alguna chica bonita, tratando de cambiar algo imposible de cambiar.

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Louis llega a su casa pensativo.

Cuando entra a su casa ve la misma escena de cada día. Su madre lavando los platos y su padre mirando la televisión.

—Llegué —anuncia dando un suspiro.

—Hola —su padre saluda vagamente desde la sala, concentrado en la pantalla de la televisión.

Louis pasa la sala y detrás del sofá donde se encontraba su padre, sigue hacia la puerta donde se encuentra la cocina, entra a ella y ve a su madre de espaldas a él fregando. Jessie, su madre, se da la vuelta al escucharlo, le sonríe ampliamente.

—Hola, Lou.

Louis se acerca a ella, deja su mochila en una silla a un lado de la mesa donde comen cada día, saluda a su madre dejando un beso rápido en su mejilla.

—Hola, mamá.

—¿Qué tal tu día?, ¿por qué llegaste más tarde hoy? —pregunta bajando el tono de su voz.