Define odiar

♡

Cuando salen de la cabina ya había comenzado una llovizna que pronto se convierte en lluvia lo que provoca que cada puesto se fuese cerrando y la gente comenzara a salir.

Louis y Harry no son la excepción y vuelven al auto con su ropa mojada. Vuelven a casa que está con sus luces apagadas indicando que Anne no está en ella. Se quitan los zapatos en la entrada para no ensuciar y suben a la habitación.

Harry no tiene tiempo de nada luego de cerrar la puerta porque Louis lo toma de la cintura y pega sus cuerpos para unir sus labios en un lento movimiento.

Con delicadeza le saca el oso de las manos y lo deja sobre el escritorio. Harry enreda sus dedos el cabello castaño y tira de el profundizando el beso. Louis toma el borde de la camiseta mojada del rizado y tira de ella hacia arriba quitándola, cae al suelo en ruido seco y el mismo destino tuvo la suya.

Louis siente la piel fría bajo la yema de sus dedos, recorre con ellas la espalda y cintura con deseos de calentarla, de sentirla caliente contra la suya, lo quiere sentir caliente en su piel, lo quiere sentir cálido, quiere hacerlo sentir cálido y suave.

Desprende su pantalón y tira del borde junto con su ropa interior dejando que cayera en el suelo, Harry termina de sacarlo con ayuda de sus propios pies, Louis imita la acción tirando lejos todas las prendas para que no molestaran.

Louis vuelve a atraerlo a su cuerpo necesitando de su tacto aún sintiendo el frío en él, una mano se posa en la espalda baja y la otra se desliza entre los rizos para unir sus labios suavemente acariciando el cabello. Desliza ambas manos por la espalda, los glúteos y llega a sus muslos traseros, los toma y alza al rizado haciendo que sus piernas rodearan su cadera. Se encamina a la cama y con una mano abre las sábanas para poco a poco posar la espalda de Harry en el colchón.

Cuando ambos están en la cama toma las sábanas y los tapa de la cintura para abajo. Sigue besando los suaves labios del rizado mientras recorre su cuerpo con sus manos queriendo calentar la piel con sus caricias, baja sus besos por su rostro y mandíbula provocando suspiros en él quien acaricia su cabello.

—Mi Harry... —susurra contra la piel de su cuello acariciando la cadera y comenzando a frotar sus miembros suavemente.

—Lou... —muerde su labio inferior alzando su cadera.

Siente la piel cálida bajo la suya, lo llena, lo llena en demasía saber que él puede lograr calentar su piel con la suya, con sus manos y pecho. Solo él.

Su mano derecha se desliza por el torso de Harry con suavidad rozando apenas la yema de sus dedos con la piel hasta su pelvis, pasa un dedo por toda la base del duro miembro, desde los testículos hasta el glande, lo siente sobresaltarse. Lo toma entre sus dedos y bombea con lentitud.

—Eres mi chico —vuelve a subir sus besos a su rostro, besa sus labios en un lento movimiento provocando estremecimientos.

—Soy tu chico —Harry asiente, murmura sobre sus labios y jadea cuando la lengua caliente se desliza entre ellos. Lleva sus manos al pecho y acaricia los pezones suavemente.

Louis jadea y pasa su pulgar por el glande húmedo de presemen. Sigue bombeando ahora un poco más rápido sin ser brusco, Harry gimotea sobre sus labios. Cuando el presemen sale nuevamente comenzando a mojar más sus dedos, lleva dos de ellos a la entrada y los mueve en círculos sobre ella suavemente, introduce uno con lentitud.

—Lo eres..., eres tan mío, Harry —agrega otro dedo y los mueve con suavidad metiéndolos hasta los nudillos con lentitud.

Harry jadea y se arquea sintiendo los dedos raspar su interior con profundidad. No sabe el porqué de tanta delicadeza y suavidad, pero le pone los pelos de punta y le provoca sensaciones nuevas que no sabe cómo identificar, pero que sabe que son buenas, demasiado buenas.

Louis quita los dedos y toma su miembro dirigiéndolo a la entrada, lleva una mano a la espalda baja y otra a la nuca del rizado, se introduce en él con lentitud. Harry se arquea y jadea, rodea con sus brazos el cuello del castaño aferrándose a él con fuerza.

—T-Tu también eres mío, gatito —susurra sobre sus labios.

—Lo soy, amor —mueve su cadera en un vaivén suave posando ambas manos a los lados de la cabeza de Harry.

Harry entrelaza sus piernas en la espalda baja de Louis y clava sus uñas en su espalda sintiendo como el miembro lo llena por completo, lo siente caliente y palpitante tocando en ocasiones su punto sensible que lo está enloqueciendo.

—Oh, Lou... —gimotea arqueándose ligeramente.

—Te odio —susurra con dificultad en su oído.

—¿A-Ah?

—Odio tanto que seas tan... lindo —desliza una mano por su costado acariciando las curvas—, que seas tan precioso. Odio tanto tu actitud tan orgullosa y... tu forma de ser tan... preocupada y detallista, tan femenino y delicado.

Aumenta un poco el movimiento de su cadera yendo más rápido, pero siendo aún suave tocando más constantemente el punto sensible del rizado quien gime contra su hombro.

—Odio tu terquedad, odio tu maldita obsesión con el brillo y el color rosa gay —toma sus muslos con gentileza apenas apretándolos entre sus dedos, se inclina rozando sus labios jadeantes e hinchados— Odio tanto tu vida perfecta, odio tanto tus faldas, tus esmaltes y odio tanto el maldito estereotipo gay que cumples...

—L-Louis —gime sintiendo el cosquilleo en su parte baja.

—Te odio, odio todo tu maldito ser... —jadea y gruñe.

—Define odiar.

—Te odio tanto que te quiero. Odio tanto cada parte de ti al punto de quererla, de quererte tanto.

Harry se arquea y clava sus uñas en la piel manchando su torso con su esencia. Louis da unos empujes más antes de correrse en su interior.

Louis envuelve con sus brazos a Harry y se abrazan con intensidad, busca sus labios con necesidad y los une torpemente. Acaricia el cuerpo suavemente y vuelve a besar el cuello y clavículas, Harry acaricia su cabello con cariño.

Luego de un momento Louis se levanta a buscar papel para limpiarlo y lo hace. Toma sus muslos y los posa en sus hombros dejando besos en la parte interna y sube poco a poco por su estómago. Vuelve a meterse entre sus piernas para envolver su cintura con sus brazos apoyando su cabeza en el pecho sintiendo las caricias en su espalda.

—Yo también te odio, gatito.