Define odiar

Capítulo 13

Los días pasan y el cumpleaños de Harry se acerca.

Pero Harry no piensa en eso. No piensa en su cumpleaños, en sí hará una fiesta o irá a una o, en sí hablaría con su padre tan solo un poco o algo parecido.

Piensa en el castigo.

Piensa en que Louis le dijo que lo esperara en casa antes del instituto para hablar del castigo que tiene días atrasando. Así que cuando Louis llega y sube a su habitación con él, Harry está un tanto nervioso.

—Haremos una parte de castigo ahora y el resto en la noche cuando salga de trabajar, ¿bien? —Louis se acerca y toma la cintura del rizado al verlo nervioso— Tranquilo, sabes que no haré nada que no te guste realmente.

—Lo sé..., solo que estoy nervioso. Confío en ti, gatito —asegura.

—Perfecto —se inclina y besa sus labios suavemente.

Mete la mano en su bolsillo y saca de allí un pequeño control, sonríe de lado al ver la expresión del rizado.

—¿Y-Y eso lo usaremos...

—Si, todo el día, pequeña mierda —desliza una mano a los glúteos bajo la falda.

—¿En el i-instituto? —abre sus ojos ampliamente.

—Exacto, hasta la noche —se separa para ir al cajón y buscar el vibrador.

—Pero... no lo encenderás en el instituto ¿verdad? —dice nervioso viéndolo volver con el vibrador en mano.

—Hm... —finge pensar—, no lo sé, luego veré como se dan las cosas —sonríe con malicia.

—No podemos hacer eso en el instituto, ¿y si nos descubren? —Louis ríe.

—Me follaste en el baño del instituto —alza una ceja.

—Si, pero una cosa es el baño y otra es estar con eso por todos lados...

—No te preocupes, nadie va a saber que tienes un vibrador el culo, Harry —rueda los ojos— Nadie pensaría ni por asomo algo como eso, amor.

Deja el vibrador y el control sobre la cama, envuelve con sus brazos la cintura y picotea los labios.

—Está bien, pero no te excedas, no quiero meterme en problemas, gatito —El castaño asiente.

—Confía en mí.

—Lo hago.

—Bien, ponte en posición para mí —ordena.

Harry muerde su labio inferior y asiente, se da la vuelta y se inclina sobre la cama apoyando su pecho en el colchón y separando sus piernas con sus rodillas en el borde de la cama.

Louis se acerca por detrás, levanta la falda, baja el bóxer y acaricia los glúteos suavemente tomándolos entre sus dedos, muerde su labio inferior conteniendo el impulso de azotar.

—¿Serás bueno? —pregunta mientras se aparta y abre el cajón de la mesa de noche, saca el lubricante.

—Seré bueno.

—Lo sé, siempre eres tan bueno para mí, pequeña mierda descarada —deja caer una buena cantidad de lubricante en sus dedos.

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Louis posa una mano en el muslo de Harry mientras conduce en dirección al instituto.

—¿Qué tienes pensado para tu cumpleaños? —pregunta mientras acaricia con su pulgar la piel.