15. El juego de Noah

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Veía las infinidades de estrellas y toda la aurora
boreal reflejarse en la oscuridad de la noche. Me hacía recordar a todas las vidas que se han perdido y de alguna forma u otra encontraron su camino en el cielo, proceso que aún no he cumplido porque mi familia y yo rompimos el balance de la naturaleza, fuimos seres creados por una antigua magia poderosa lejos de ser buena.

Somos seres de la noches, despiadados, hambrientos de la sangre y muerte.

No hay control, nunca lo hubo.

No voy a negar que todo es malo, en parte disfruto de la vida después de mi muerte, porque es donde sentí el verdadero poder sobre la humanidad. Yo no quería ser un humano cualquiera, yo nací para ser un líder, yo nací para ser el rey y poner el control. Y como todo rey a mi lado tenía que tener a mi reina de sangre pura.

Pov Nicolle Mrcury

Un cuervo se apoderaba de un pedazo de carne fresca en medio del camino desolado, mi  desesperación era tanta que sentí que se estaban alimentando de mi propia carne y lo peor es que no podía hacer nada porque estaba muerta. Mi cuerpo drenado sin vida reposaba en medio de la oscuridad de la noche en un camino desolado y desconocido.

Desperté sudorosa y con la respiración acelerada, podía sentir mi corazón desbocado casi saliéndose de mi pecho. Se sintió tan real ese sueño que más que un sueño era una pesadilla. Sentí el sabor de la oscuridad y la muerte en unión. Mi boca estaba seca y me paré en búsqueda de un vaso con agua. No recuerdo la última vez que tome agua, pero lo he sentido como toda una vida entera y sé que estoy exagerando.

―Ya pensaba en despertarte, vives más en la cama que ya eres parte de ella.

No había ni dado dos pasos fuera de la habitación cuando su figura desafiante estaba a una lado de la sala y claro, no podía faltar su vaso de whisky en sus manos.

No sabía si ofenderme por su comentario o simplemente aceptarlo porque era verdad, por su culpa me estaba desvaneciendo en esa habitación, en esa cama que fue testigo de todas las veces en que él tomaba mi cuerpo y abusaba de mi. Automáticamente deje la tristeza a un lado por ese último pensamiento y se instaló toda mi rabia hacia él.

Me acerqué rápidamente hacia él y empuñé mis manos y lo empece a golpear como una demente.

Cegada por la rabia, sentí como el vaso que antiguamente el lo aferraba, se caía a pedazos en el piso.

―¡Agh, mira lo que hiciste! No perdono a nadie que derrame un buen vaso de whisky.― Apartó mis manos hecha puños y las aferró a la altura de mis pechos manteniéndome completamente inmóvil e indefensa.

―¡Púdrete en el infierno que es el lugar que mereces por todo lo que me has hecho!

Se empezó a reír al yo gritarle eso último. Una de las cosas que más me da miedo es el sonido de su risa, porque no es una risa divertida, es una risa siniestra como todo en él que lo envuelve la oscuridad y la maldad.

―Si yo voy al infierno tú irás conmigo.

―Tú eres el malo aquí, has hecho mucho daño. ¡Sé que cuando no recuerdo nada es porque tú haces algo para que yo no recuerde todas las atrocidades que me haces!

Forcejee para que dejara mis manos libres pero lo que menos hacia era eso y en cambio me atraía más a él quedando yo de espaldas a su pecho, sentía como su húmeda respiración chocaba con el lóbulo de mi oreja.

Linaje Real ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora