Veía las infinidades de estrellas y toda la aurora boreal reflejarse en la oscuridad de la noche. Me hacía recordar a todas las vidas que se han perdido y de alguna forma u otra encontraron su camino en el cielo, proceso que aún no he cumplido porqu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo 17
Eso que tanto había luchado, el líquido escarlata que tanto había envidiado, ese deseo en el que había estado luchando dentro de mi, la sangre por lo que un día había proclamado desde que sabía de su existencia. Veía como a montones de hilos de ese elixir de la más pura cantidad de sangre se esparcía por la alfombra de la misma tonalidad.
El mesmerismo en el que estaba sometido me estaba consumiendo aun estando sin vida, podía escuchar la bestia de mi interior gritando adolorida con el sufrimiento de no poder consumir y alimentarme.
Todo el autocontrol en el que me sometí por todos éstos años de no probar a esa chica, me estaba condenando en un acto de tortura. Aferraba su cuerpo gélido entre mis brazos, mis manos oprimían sus heridas causadas por ella misma, en un fallido intento de detener la hemorragia, en una acción que para ella fue vencedora, para mi solamente fue un acto muy egoísta de su parte.
Mi sueño de ser el Rey del consejo Usantic, lo que significaba ser el Rey de toda una raza vampiríca no solamente estaba estaba a punto de ser destruido, sino que estaba condenado por el egoísmo de una infante de diecisiete años, ni siquiera con eso pude ser capaz de controlarla, es que ni en mis peores pesadillas hubiera pensado que ella sería capaz de quitarse la vida, si no fuera porque su vida fuera tan valiosa para el consejo, no estuviera tan afectado y con ideas de desaparecer para que no dieran con mi rumbo.
Estoy en el ojo público por culpa de Nathaniel, ahora no sé que deparará de mi ya no tan prospera suerte. Ahora mi futuro se vería incierto.
Solamente se me ocurría algo que podría hacer, no sería de mucha ayuda pero al menos me daría más tiempo en el que pudiera escapar y ocultar mis huellas.
No se si esconder el cuerpo ya sin vida de Nicolle iba a ser buena idea, pero era el unico plan que tenía.
No estaba para idear más planes, había pensado en todas las posibilidades menos que algo como esto pasara. Genial.
Agarre su cuerpo frío como el hielo, miré su cuerpo y me parecía incluso más hermosa en sus últimos segundos de vida. La bese como un drogadicto probando un poco de su droga. Y un deseo descabellado azoto mi mente atolondrada por la sangre de la chica.
Sin dudarlo siquiera, tome una de sus muñecas sangrantes y la lleve a la comisura de mis labios, solo probé su líquido y me volví eufórico por su esencia. Había leído leyendas antiguas de que un vampiro perdía la cordura por probar a humanos de sangre pura y que ya una vez probada no querían otra sangre ordinaria a no ser que fuera de sangre pura.
Mis colmillos no evitaron su aparición en el acto y succione un poco, perdiéndome en tan anhelado elixir, esto era una ambrosia, de la mejor calidad jamás probada por otro vampiro, solo yo, Noah Monteviur, el primero en mi apellido.
ー¡Oh queridos Dioses! quítenme esta sed eterna.ーAhora me encontré succionando de esa yugular que me llamaba a gritos que la drenara completamente.