Veía las infinidades de estrellas y toda la aurora boreal reflejarse en la oscuridad de la noche. Me hacía recordar a todas las vidas que se han perdido y de alguna forma u otra encontraron su camino en el cielo, proceso que aún no he cumplido porqu...
Advertencia ⚠ Este capítulo contiene escenas +18. Está bajo tu responsabilidad si quieres seguir con la lectura. Se recomienda discreción.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo 7
No podía creer lo que estaba pasando. En mi vida creí pasar en una situación como ésta. De solamente pensarlo me daba mucha vergüenza por mí misma por disfrutarlo muy dentro de mi y por otra parte me causaba remordimientos y furia por la persona que se encontraba a solamente unos centímetros de arrebatar mi inocencia.
Pero más que furia sentía lujuria y deseo para que sus caricias en mi cuerpo no cesarán.
Se escapó otro gemido en lo más profundo de mi boca que estaba reteniendo. No sé donde quedó mi orgullo como mujer, estaba loca por suspirar por sus caricias, mi cuerpo y mi mente me estaban traicionando, no estaba en mis cabales para defender mi cuerpo y mi intimidad, lo único que quería era disfrutar.
Noah era un hijo de puta por querer tenerme a la fuerza, no creí que se atreviera a tanto, su cachetada me había dolido, me está tratando como a una guarra, como a una prostituta. Y yo estaba permitiendo que hiciera conmigo lo que le viniera en gana.
―Amo cuando suspiras así.―Ronroneo con su voz gruesa y sensual.
Trató de besar mis labios por primera vez. Pero aparte mí rostro e hice que besara mi mejilla. Noté su leve molestia y con sus manos me agarro el rostro y pegó sus labios carnosos junto con los míos, me encontré siguiendo sus besos con desesperación. Sus movimientos en mi pelvis estaban siendo más rápidos, él estaba ansioso por entrar dentro de mí, su anatomía era grande y dudaba que entrara en el primer intento.
Beso mis labios bruscamente, inconscientemente otro gemido escapó de mi y él no desaprovechó la oportunidad para meter su lengua en mi cavidad bucal, me estaba volviendo loca, me encontré deseando que se moviera más de prisa.
Hice movimientos con mis caderas para tener más contacto con su miembro para que se moviera más rápido.
Quería tocarlo pero mi manos se encontraban amarradas con su cinturón de cuero.
Él notó mi nivel de frustración y sonrió con arrogancia. Demostrándome tener el control de todo. Se separó de mi y dirigió sus manos a su miembro para tratar de meterlo en mi feminidad, él me había preparado para éste momento, no tenía en mente detenerlo. Yo lo deseaba en éstos momentos.
―Vas a sentir dolor al principio―No pensé que eso le preocupara a estas alturas.
―Hazlo y acaba con ésto de una vez.―Demandé decidida.
―Tú lo pediste muñeca―Me dedicó una sonrisa perversa.
Impulsó su miembro en mi intimidad, sentí una molestia en esa zona, solamente era la punta. Empujó más y el horrible dolor se hizo presente en mí, inconscientemente rasguñe su espalda.