Linaje Real ©

10 ✣ Impulsividad ✣

Me era tan difícil concentrarme y a la vez tener que lidiar con muchas cosas.

¿Desde cuando mi vida era tan emocionante y problemática?

Se me dificultaba pensar con claridad y responder correctamente los ejercicios de Matemáticas que el profesor Damian Donovan nos había dejado, por primera vez había demostrado empeño en estudiar, pero mi concentración estaba en otras cosas.

―Hey, Nicolle.―Escuché un susurro que provenía de la parte de atrás de mi puesto.

Miré en dirección en donde se encontraba el profesor, no estaba prestándonos atención, estaba inmerso revisando una serie de exámenes y papeleos en su escritorio.

Me voltee para ver a la persona que me había llamado.

Ojos mieles y cabello negro pude ver, su cabello despeinado le daba ese toque de rebeldía en su rostro juvenil. El rompe corazones de la escuela Matt Levine me estaba hablando a mí.

―¿Qué paso?―Dije cortamente.

―¿Quieres que te eche una mano?

Se refirió a mi examen, creo que yo fui muy obvia al mostrarme confundida.

Pero no quería aceptar su ayuda, por muy tentadora que sonara. Es primera vez que me hablaba, el título de Bad Boy lo tenía tatuado en la frente, literalmente. Iba a tener que hacer un mejor intento para llamar mi atención, sus intensiones no eran buenas con ninguna chica que se le atravesara.

―No, gracias―Dije secamente.

Me voltee y traté de concentrarme únicamente en el examen.

Escuché el sonido de la puerta abrirse y todos nos fijamos en la persona que se encontraba irrumpiendo en nuestro examen.

―¿Puedo pasar?―Pude ver a una Lara toda desorientada tratando de entrar en el salón.

―Señorita Martínez, hace 5 minutos que empezó el examen ¿Sabe lo que eso significa?―El profesor Donovan le reprendió desde su escritorio.

―¿No puedo pasar?―Pena podía escuchar.

―Como quiera, pase y no haga ruido.―El profesor suspiró.

―Muchas gracias, Profesor.

Lara entró sigilosamente, tratando de hacer el menor ruido posible. Pude observar que cargaba una gabardina de color marrón, eso era nuevo en ella. Se encontraba más pálida de lo normal y sin maquillaje, definitivamente esa no era la chica popular que todos conocíamos, ella se destacaba por estar muy bien arreglada, no estaba fea pero no era habitual que se viera así.

Se sentó en su puesto y sacó una hoja para empezar el examen, la notaba decaída. Ella estaba empezando a preocuparme.

...

Terminé mi examen, fui una de las últimas en entregarlo. No estaba muy contenta, pero había hecho mi mayor esfuerzo a pesar de mi mente atormentada por mis pensamientos.

Iba a salir del salón cuando todos se encontraban retirándose, pero algo me impidió salir, una mano estaba aferrando mi brazo como cierta persona siempre lo hacía, no pude evitar recordarlo.