10. Cómo en el pasado

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Kazuha se despierta, siente algo cálido y blando actuando como su almohada bajo su cabeza. Al girar lo saluda un abdomen.

—"Buenos días... O buenas noches? Es imposible saberlo con este cielo"

Mao lo saluda en un tono pensativo.

Kazuha mira hacia arriba al rostro de Mao luego estira sus extremidades y se levanta.

—"¿Cuánto tiempo dormí?"

—"¿Cómo unas horas? No estaba contando, no me pediste que lo hiciera."

Kazuha se rió.

Mao lo miró extrañado.

Kazuha mencionó entre risitas.

—"Te ves como el tipo de persona que está pendiente de todo."

—"Soy un objeto, no una persona."

El tono de Mao por alguna razón era serio.

A Kazuha no pareció gustarle que Mao se llame a si mismo objeto de esa manera.

—"Eres una persona para mí."

Mao, como un disco rayado, repitió.

—"Soy un objeto, no una persona."

—"Quieres que me enamoré de ti, no? Solo me enamoraré de a quien yo considere una persona. Déjame tener mí opinión."

Y Mao se quedó callado. Parecía un niño al que reprendieron.

De repente, Kazuha se dió cuenta de la confianza que le tenía a Mao. Hace solo un momento estaba durmiendo en su regazo... vaya a saber por qué, y logró dormir muy bien. Normalmente le costaría un poco conciliar el sueño junto a extraños pero con Mao era distinto, era como si ya estuviera acostumbrado a su presencia, como si hubiera hecho esto incontables veces.

Además, esta vez no tuvo ningún sueño extraño.

Kazuha comenzó a hacer sus teorías y de las teorías nacen los impulsos de llevar a cabo experimentos.

En este momento, algo en su mente le pedía ver qué pasaba si abrazaba a Mao. Era inexplicable, sentía que algo ocurriría.

Entonces lo hizo, siguió su impulso y lo abrazó. Rodeó con cuidado sus brazos alrededor de Mao. Se sentía tan bien.

Mao no reaccionó al principio, posiblemente por la sorpresa pero luego rodeo a Kazuha con sus brazos y suspiró en lo que pareció pura felicidad.

Kazuha juraría que escuchó a Mao llorar. Estuvieron abrazados por un tiempo hasta que naturalmente se separaron. Ambos satisfechos y reconfortados.

Mao se notaba más tranquilo. Cómo si una necesidad fuera saciada.

Caminaron juntos de regreso al pueblo, por el bien de la misión, Mao propuse actuar como una pareja para que el cerebro de Kazuha desarrollara sentimientos por costumbre, así que iban tomados de la mano.

En todo el camino, Mao no dijo ni una palabra luego de sugerir tomarse de las manos. Estaba extrañamente tranquilo.
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Alrededor de una hora más tarde, ya se podía ver el pueblo a la distancia. Kazuha agudizó el oído y se preparó mentalmente para lo que sea que se fuera a encontrar.

En este momento, ellos vinieron buscando comida pero podían no ser los únicos con esa idea en mente. Debian estar preparados para un enfrentamiento con los vampiros.

Oh si, dije vampiros.

Bandera Negra [Kazuscara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora