Bandera Negra [Kazuscara]

11. El pueblo

Kazuha y Mao se escabullen en el pueblo. Caos en los alrededores. El pintoresco pueblito ahora era como un pueblo abandonado, algunas casas estaban derribadas, los negocios fueron saqueados y había escombros y vidrios rotos por doquier.

Mao guía a Kazuha a una tienda de conveniencia en busca de algo de comer. Escondidos de las sombras que acechan el lugar.

De alguna forma logran pasar desapercibidos y entran a una tienda de comestibles.

Allí, Kazuha no esperaba encontrarse con Heizou.

—"¡Kazuha!" Grita Heizou en voz baja para no alertar a lo que sea que esté afuera.

—"Heizou, que alegría verte"

Saluda Kazuha mientras toma algunas bolsas de comida y galletas del estante frente a él y las mete en su mochila, que por cierto, sigue en la espalda de Mao...

—"Oh, mis modales. Este es mí amigo, Mao. Mao, este es Heizou."

Kazuha presenta a Mao pero Heizou lo mira como si mirara a un loco.

—"Kazuha, ¿estás bien?"

—"Eso me recuerda la situación en la que nos separaron. ¿Que pasó? ¿Quien era ese? ¿Lograste escaparte?"

Heizou parece ignorar completamente la presentación a Mao.

Mao no dice una palabra al respecto.

—"Heizou, tranquilo. El secuestrador resultó ser Mao. Quería hablar conmigo en privado."

Nuevamente Heizou lo miró como si estuviera loco.

—"Kazuha... A tu lado, no hay nadie. ¿Verdad? ¿Quien es Mao?"

—"Heizou, está frente a ti. Es de mala educación actuar como si no existiera en su cara."

—"Y dónde se supone que está?"

—"Kazuha, déjalo así"

Susurró Mao.

—"Justo aquí"

Kazuha apunto a su lado.

Heizou caminó y se acercó al lugar que apuntaba Kazuha. Cómo si el tiempo se parará, Kazuha observó en cámara lenta a Heizou traspasar a Mao como si fuera un fantasma.

Mao reacciono tardíamente y se apartó pero ya era tarde, Kazuha había visto todo. Pero esto era muy extraño ¿Por qué Heizou no podía ver o tocar a Mao?

—"Aquí no hay nada."

Dijo Heizou y se volteó para mirar a Kazuha a los ojos. Lo que se encontró fue a Kazuha viéndolo estupefacto y se preocupó por su amigo.

—"Kazuha, ¿realmente vez algo aquí?"

—"Si, yo-"

—"¡Kaazuuhaaa!"

Kazuha iba a explicarse cuando una voz viciosa llamó su nombre desde detrás.

Kazuha y Heizou se voltearon hacia el sonido, viendo a una silueta humana salir de entre los escombros de una casa. Se aproximaba de manera errática a cuatro patas.

Kazuha se preparó para correr pero no sin antes indagar.

—"A este si lo ves, ¿no?"

Heizou casi soltó una carcajada pero no era tiempo de reír, era tiempo de correr... o en su defecto, pelear contra esa cosa.

Mao levantó la mano y una corriente de viento soplo una pared cercana sobre la cosa, aplastandola.

—"A correr"

Dijo Mao.

Por cierto. La cosa llamo a Kazuha por su nombre... y esa voz sonaba extrañamente similar. Pero Kazuha no pudo pensar demasiado en eso.

Corrieron con todas sus fuerzas y lograron perder de vista a la extraña figura. Así que pararon para recuperar el aire.

Heizou se sostenía sus manos sobre sus rodillas mientras recuperaba el aliento.

—"¿Que era eso y por qué sabía tu nombre?"

Mao escaneó con una mirada los alrededores y dijo.

—"No creo que sea el mejor momento para indagar sobre eso, Kazuha, debemos buscar un refugio"

—"Mao, ¿Sabes que era eso?"

—"Te lo diré después, busquemos un refugio primero, no debemos parar."

—"Estás hablando solo Kazuha"

Kazuha recordó ese detalle.

—"¿Por qué Heizou no puede verte o tocarte?"

Mao rechinó los dientes.

—"Te dije que te lo diría después, concéntrate en lo importante Kazuha, mantenerte con vida."

—"O es que acaso prefieres que te rapte otra vez, dejando a tu amigo a su suerte y que sea devorado por los vampiros?

—"¿Cómo que vampiros?"

Mao maldijo en voz baja.

—"Te lo explicaré después."

Mao tomó la mano de Kazuha e iba a comenzar a caminar en una dirección cuando algo apareció frente a él.

En reflejo, tomo a Kazuha y saltó hacia atrás. Tomando distancia del enemigo.

Chillidos y rugidos se escucharon, provenientes de los monstruos frente a ellos.

Mao convocó el viento y atacó, mandando a volar a las criaturas pero estas apenas tocaron el suelo actuaron como si no les hubiera hecho nada y corrieron de regreso.

Kazuha sacó su espada, el brillo de la katana reluciente espantó por un momento a los demonios que se aproximaban pero solo los detuvo por un segundo. Aunque ese segundo fue suficiente para que Kazuha se moviera. En una fracción de segundo, Kazuha dió tres cortes. Todos asestaron en los pies de los enemigos, derribandolos así por un tiempo. Tiempo que utilizaría para escapar.

Tomó la mano de Mao y llamó a Heizou. Nuevamente corrieron por las calles en busca de refugio. Entre respiraciones agitadas Heizou habló.

—"Todos los refugios están cerrados, tendremos que escondernos en algún sitio"

Kazuha volteó a mirar a Mao y este asintió. Bien, buscarían un lugar tranquilo para seguir conversando.

Justo entonces, Heizou grito en voz baja.

—"Kazuha, cuidado al frente"

Al frente había dos piratas vampiros inspeccionando los escombros de un edificio. Con una rápida reacción, Kazuha desvío su camino hacia un callejón. Pero para su mala suerte, los vampiros los notaron y ahora corrían detrás de ellos. Eran veloces y ni un segundo pasó y ya los alcanzaron.

Mao se paró frente a Kazuha, actuando como barrera y lo protegió del ataque de uno de los vampiros.

Por otro lado, Heizou quedó indefenso contra los vampiros. Solo era un detective que en su tiempo libre investigaba sobre leyendas de la isla donde vivía ¿Cómo se suponía que sobreviviera a un ataque directo de un pirata vampiro?

El pirata le dió una patada a Heizou y este voló por los aires hasta chocar con una pared. Su cuerpo inerte se desplomó en el suelo. Lo noqueó de un golpe...

—"¡Heizou!"

Kazuha gritó pero no hubo respuesta de su amigo.

—"Heizou se recuperará. Aún puedo oír su corazón palpitar, solo está inconciente y un poco lastimado, sobrevivirá"

—"Concéntrate en el enemigo ahora, Kazuha"

El tono de Mao sonaba muy serio, desprovisto de toda la calidez que emanaba cada vez que hablaba con Kazuha antes.

Así que también podía ser así, eh?

Kazuha nuevamente invocó su arma. Esta vez no tenían escapatoria, habría que pelear.
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