39. Operación Santuario Sangonomiya

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"En el mundo hay incontables elementos pero en esta pelea únicamente debemos resguardarnos de siete"

Venti dijo antes de partir.

"Kokomi es una fiel creyente de que solo deben existir siete elementos por eso sus tropas están compuestas de estos"

Heizou habló.

"El verdadero nombre de los elementos es importante"

"Mao, Guizhong ya debió haberte explicado esto, verdad? Así que solo se lo repetiré Kazuha"

Venti miró a Kazuha y explicó.

"Los siete elementos en los que cree Kokomi son:"

Venti cerró los ojos y comenzó un cántico para utilizar imaginación y poder grabar las palabras directamente en la mente de Kazuha.

"Anemo el viento, Pyro el fuego, Electro la electricidad, Cryo el hielo, Dendro plantas, Hydro el agua y Geo la piedra"

Kazuha asintió en respuesta.

Luego todos entraron al portal de Gorou.

Los enormes pilares cubiertos de perlas levantaban el glorioso santuario sangonomiya, la luz de enakomiya, el hogar de la sacerdotisa divina, reina dragón, en el centro de la habitación yace la diosa del mar. Sangonomiya Kokomi.

Kazuha solo imaginó una palabra. Pulcra.

Todo salió según lo planeado, Venti y Nahida se quedaron en la puerta mientras Mao y Kazuha avanzaban. Al llegar a un gran, gran salón allí estaba.

Yae Miko, la sacerdotisa del Rayo.

Y Sangonomiya Kokomi, frente a frente.

Hydro y Electro. No había combinación más peligrosa.

Kokomi abrió los ojos con ira al sentir que alguien se aproximaba. Ella levantó su mano y en todo el salón comenzó a llover, del agua se formaron gotitas gigantes. Estos eran eidolones hydrometricos.

El baile comenzó.

"Debemos llegar a la Miko primero, es la más peligrosa en este momento"

Mao susurró.

Kazuha asintió en acuerdo. Sacó su espada y la inbuyó en anemo. Realizó un cántico en voz baja y con imaginación se envolvió a él y a Mao en un escudo.

De repente, recordó las palabras de Venti

"Con Buyan de nuestro lado podremos, siempre y cuando creamos que podemos hacerlo y más importante, lo imaginemos ya hecho"

Que hermoso sería un futuro en el que él y Mao pudieran ser libres y recorrer el mundo juntos.

Kazuha cerró los ojos por un momento y se concentró en ese futuro, ese futuro que quiere obtener, ese futuro que debe obtener, ese futuro...

Que obtendrá!

Abrió los ojos y igualando la velocidad del rayo, acertó un golpe justo en la cabeza del oponente.

Venti lo dijo, los eidolones hydrometricos no pueden morir ya que son agua y el agua para empezar no tiene vida como tal, Kokomi los creó cuando aún era solo una sacerdotisa y tenía conexión con Buyan pero ahora que perdió su conexión con Buyan, debes utilizar la imaginación para crearles una muerte.

Kazuha imaginó en su mente como el eidolon hydrometrico explotaba tras darle un golpe que en un humano sería letal, la cabeza o el corazón, y el eidolon hydrometrico frente a él explotó tal y como en la imaginación de Kazuha.

Kazuha fue abriéndose camino, cada golpe era mortal. Un aura viciosa comenzaba a emanar del samurái, estaba completamente hundido en aquellos pensamientos que se le habían venido a la mente momentos antes...
Había perdido la cabeza durante unos segundos hasta que escuchó una voz a lo lejos.

"¡Kazuha! ¡Concéntrate!"

Gritó aquella persona a lo lejos.

Kazuha se volteó hacia la voz tras eliminar a otro eidolon hydrometrico.

Mao conectó miradas.

"¡Recuerda! ¡No los estás matando!"

Nuevamente la voz a la lejanía le trajo de vuelva a la realidad.

"¡RECUERDA KAZUHA, LOS ESTAS LIBERANDO!"

Y el aura viciosa en kazuha se esfumó. Es cierto, no está matando, no está en un campo de batalla, está haciendo esto para conseguir la libertad de todos, para conseguir su felicidad.

Kazuha suspiro y comenzó a susurrar otro cántico esta vez para comunicarse con su espada.

No estamos matando, no hacemos daño.

Pensó para intentar mantenerse cuerdo y así lograr el objetivo que deseaba.
"Matar no es la solución, debo de liberarlos... Kazuha, concéntrate"
Murmuró para si mismo, nadie más que el podía escucharse...

Sintió un ligero temblor y dió por sentado que el arma entendía. El alma de la espada también se calmó.

Ahora que Kazuha se había comunicado con su arma se entendía mucho mejor con ella y por lo tanto su movimientos eran más rápidos.

Blandia la espada como si fluyera con el viento, sus ojos estaban enfocados en todos los seres que había alrededor, solo la rapidez de su sombra se podía notar, más no el cuerpo en si.

Y en menos de lo pensado ya estaba detrás de Yae Miko.

Todo se volvió silencio...

La cuestión es, ¿Cómo la liberará? ¿Qué debe imaginar?

Bandera Negra [Kazuscara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora