"¿Te encuentras bien?"
Una vocecita dijo.
Kazuha no podía abrir los ojos. El dolor era más intenso que al inicio. Su cuerpo respondió a la pregunta.
"¿Quién es?"
"Me presento, soy Buer, pero puedes llamarme Nahida"
"Bien, Nahida ¿puedes ayudarme a levantarme? Creo que tengo unas costillas rotas"
Finalmente, los ojos se abrieron y la persona frente a él era..
"¿Una niña?"
Nahida soltó una risita.
"Podrías decirlo por mí aspecto pero en realidad es probable que tenga más años que tu"
El cuerpo de Kazuha guardó silencio y le hizo un gesto a Nahida que Kazuha no podía ver. Si bien sentía los cinco sentidos de su cuerpo y también el dolor, no podía sentir sus expresiones o emociones. No sabía en que estaba pensando su cuerpo.
"Si"
Fue lo único que dijo Nahida y se acercó a ayudar al cuerpo de Kazuha a levantarse. El dolor fue peor de lo que esperaba, definitivamente tenía más de un hueso roto.
"Perdona, esto es mí culpa por no prestar atención a mí trabajo"
Ni Kazuha ni su cuerpo parecieron entender por qué Nahida se disculpaba. El cayó por curioso. Si alguien tuviera la culpa sería él mismo.
No hubo una respuesta a la disculpa, solo un silencio total. Ahora Kazuha podía apreciar un poco más su entorno. Después de caminar un poco la cabeza del cuerpo de Kazuha se giró y pudo observar que al parecer el lugar oscuro con una entrada de luz en el que estaba era el hueco del tronco de un árbol gigante el cual se extendía hasta más allá de la vista. Lo segundo que vio Kazuha fue el cielo. Era de un maravillo rosa pálido en la nubes, como un atardecer eterno. No se veía el sol por ninguna parte y Kazuha supuso que ya se había puesto. Lo siguiente que vió fue hacia abajo, estaban caminando por un tronco gigante pero no tanto como el del hueco. Miró hacia el frente y lo que vió lo dejó sin palabras.
Un inmenso árbol yacía en la lejanía, de hojas rosas, celestes, violetas y amarillentas pero ninguna verde, el árbol por si solo era majestuoso pero aún más impresionante eran sus raíces que se extendían por todo el suelo, enormes bajaban hasta donde una capa de neblina tapaba la vista. La vista era impresionante.
De repente una ráfaga de viento movió sus ropas y cabellos y el cuerpo de Kazuha miró de dónde provenía solo para que Kazuha pudiera ver a una gigantesca ave dorada volando mientras se alejaba. Solo entonces Kazuha se dió cuenta de que el árbol no era lo único majestuoso e impresionante en el lugar. Tras mirar bien, notó que alrededor del árbol, entre las bandadas de pájaros, flotaban ballenas, orcas y delfines, como si andaran en el mar. Pequeños destellos de luces provenían de todas partes hasta que uno se acercó lo suficiente para que Kazuha pudiera enfocar la vista y lo vió.
¡Un hada!
Eso definitivamente era un hada.
El pequeño destello cruzó volando alrededor de Nahida como si la saludara y luego se posó en la nariz de Kazuha. Esto era increíble. Tanto Kazuha como su cuerpo estaban temblando de la emoción. ¿Acaso murió? ¿Por qué este lugar era tan hermoso y mágico?
Continuaron caminado con Kazuha maravillandose con cada paso que casi olvidó por completo su dolor.
En algún punto, llegaron a una gran puerta. Una especie de robots la abrieron para que pasen. Dentro era simple pero igualmente maravilloso, era el interior de un árbol pero estaba tan bien cuidado en detalles que parecía un hogar. En el medio de la gran sala había una gran roca negra que brillaba en dorado, encima había una ¿tela?
"Está es la enfermería"
Pronunció de repente Nahida.
"Y esta es la doncella Guizhong, diosa del polvo"
La tela se movió y de ella surgió una hermosa joven que al parecer había estado sentada en la piedra meditando. Con un salto, cayó en cámara lenta frente a Kazuha y Nahida.
"Bienvenida, Reina Menor Kusanali, ¿qué trae a su Excelencia a la humilde morada de esta sirvienta?"
La joven llevaba un vestido corto de mangas largas y se tapaba el rostro con una de las mangas mientras hablaba de manera suave y calmada.
"Hola, Guizhong. Te dije muchas veces que no es necesario ser tan formal conmigo, puedes llamarme solo Nahida"
"El motivo de mí visita se debe a este nuevo huésped, como verás, está cubierto de sangre y me temo que necesitaré de tu ayuda para sanarlo. Cómo sabes, mí cultivo no es suficiente para cerrar heridas tan profundas y abiertas. Sospecho que tiene algunos huesos rotos y tampoco puedo ayudar con eso"
"Entiendo, Su Excelencia. Por favor, acompañenme"
Nahida llevó al cuerpo de Kazuha mientras seguían a Guizhong hasta una camilla y lo ayudó a subirse y acostarse en ella.
"Puede retirarse, Su Excelencia, me haré cargo a partir de ahora"
"Agradezco tu ayuda, Guizhong, siempre estoy agradecida contigo. Me retiro, no te sobreexijas"
Y Nahida se marchó dejando atrás al cuerpo de Kazuha a solas con Guizhong. La doncella se volteó y con una sonrisa dijo.
"Lo último no será motivo de preocupación porque para empezar, esta sirvienta no va a atenderlo"
El cuerpo de Kazuha estuvo a punto de pararse de la camilla para irse pero Guizhong rápidamente lo detuvo.
"Espera, espera. No voy a atenderlo pero mí discípulo si"
La doncella se movió hacía un lado y detrás de ella apareció una persona. También iba vestida con prendas parecidas a las de Guizhong pero estas tenían un estilo ligeramente diferente.
La persona no dijo una palabra y se mantuvo cabizbaja.
"Mí discípulo es muy buen costurero y también muy habilidoso a la hora de curar a otros, también..."
Guizhong sonaba orgullosa mientras soltaba halagos y más halagos a su discípulo.
Finalmente, Guizhong terminó de hablar y se marchó.
La persona se encargó de Kazuha tal y como dijo Guizhong, era muy hábil con las herramientas y la magia curativa que usaba hacía que Kazuha se sintiera mucho mejor. Pero la persona nunca levantó la mirada para mirar a Kazuha y nunca pronunció una palabra hasta que tuvo que curar los huesos rotos del cuerpo de Kazuha. Levantó la vista y cruzó miradas con Kazuha
Solo entonces Kazuha vió algo que lo dejó con la boca abierta, tanto él como su cuerpo. La persona tenía un rostro hermoso, como tallado en mármol, ojos azules profundos que parecían penetrar en su alma, un brillo claro adornaba el centro de su pupila. No era un humano.
Pero lo que a Kazuha sorprendió aparte de su belleza fue que tenía el mismo rostro de Mao y Scaramouche. Teniendo más parecido a Mao por sus ojos azules.
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Bandera Negra [Kazuscara]
FanficLa isla Buyan es como un misterioso tesoro, nadie sabe exactamente que contiene porque todo conocimiento entorno a ella se basa en leyendas. Una de sus tantas leyendas llega a oídos de un samurái errante quien atraído por su curiosidad se verá envue...