32. Salir de Buyan

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Más tarde, ambos se quedaron dormidos. Nahida sabía que esto pasaría así que distrajo a Heizou junto a Venti mientras esperaban que la pareja saliera de la habitación. Después de todo, estaba acostumbrada. Le recordaba al pasado, cuando Kazuha y Kuni se ausentaban casi a diario. El amor que se tenían los dos jóvenes era realmente algo.

Cuando finalmente salieron, fueron recibidos por Guizhong, Venti y Heizou.

"Durmieron bien?"

Venti abrió la boca y a cambio se llevó un mala mirada de parte de la pareja. Aunque estaban más relajados que antes aún le guardaban rencor a este cupido.

Heizou no sabía que hacer o decir. Podía intuir lo que pasó en esa habitación después de la explícita explicación que le dió Venti. Así que se dedicó a mirar y fingir ser uno con la decoración.

Guizhong por su parte estaba soltando risitas y risitas, algo tímida se acercó a Mao y lo miró a los ojos. Tras la cultivación dual Mao había recuperado los recuerdos de Kuni, era como si Mao fuera Kuni aunque debido a que también porta el dolor de Scaramouche nunca podrá ser como el Kuni original, de todas formas Guizhong veía a su discípulo en esos ojos. Algo de ternura se desbordó de su corazón y no pudo evitar abrazar a Mao. Mao le devolvió el abrazo. Esta era su maestra en la vida, ella no solo le enseñó el arte de la curación sino también un montón de cosas más. Casi todo lo que sabía del mundo lo sabía de ella.

Kazuha vió esta escena con cariño, ahora que tenía sus recuerdos del pasado no podía evitar sentir nostalgia. Guizhong y Kuni tenían una relación estrecha, como la de madre e hijo más que de maestro discípulo.

Nahida llegó poco después.

"Hola de nuevo. ¿Qué tal les fue?"

"Todo bien. Recuperé mis fuerza y ambos tenemos nuestros recuerdos de nuevo"

"Entonces ¿Sabes dónde está la espada?"

"Se dónde está. Buer, los aranaras la tienen"

Mao le dijo a Nahida y Nahida entendió al instante. El lugar más seguro para guardar algo tan valioso era en otra realidad. Qué inteligente fue Kuni.

"Ya veo, entonces me comunicaré con los aranara y les pediré que nos la entregen-"

"No, los aranaras me prometieron que solo se la darían a Kazuha, tenemos que ir a buscarla en persona a la aldea de los sueños"

"¿Quieres entrar al verdadero Vanarana?"

Nahida guardó silencio un momento y luego reflexionó en voz alta.

"Es demasiado peligroso, para entrar debes salir de Buyan e ir al centro de la isla para tocar la Melodía Del Gran Sueño, solo así aprenderás el hechizo ideal que junte los sueños con la realidad"

"Pero Scaramouche sigue allí afuera dándote caza, sin la espada no eres rival para él y no mencionemos a Kokomi, es una diosa, aún no estás al nivel para enfrentarte a ninguno de los dos"

"Lo sé, pero si tenemos suerte puede que no nos encontremos hasta mucho después, la alerta es de bandera negra, Scaramouche debe encontrarse en la playa y en los alrededores pero a dónde debemos ir es al centro de la isla"

Kazuha confiaba en su suerte.

"Pero recuerda que debes tocar la canción, el más mínimo sonido alerta a toda la isla, quien sabe con quién te encuentres y tu cuerpo seguirá estando en esta realidad, solo tu conciencia puede ir a la aldea"

"Tendré suerte si es uno de los generales de menor rango, además será solo un momento-"

"Ahora estoy completo, aunque mí fuerza no es como la de Scaramouche podré proteger a Kazuha mientras él busca la espada."

Mao intervino, sonaba seguro. Nahida los miró a los dos y luego suspiró. Ya estaban decididos, no había nada que ella pudiera hacer.

"¿Y qué pasa conmigo?"

Heizou apareció de repente, había estado camuflandose con la decoración durante demasiado tiempo que cuando hablo todos se asustaron y voltearon a verlo.

"Digo, no puedo quedarme aquí ¿o si?"

"En efecto, aunque también eres un invitado tu estadía no es de larga duración, deberás salir con los demás"

Nahida explicó.

"Yo iré con ustedes, solo en caso de que aparezca Scaramouche, además se los debo"

Venti lucía avergonzado.

"Está bien"

Mao y Kazuha dijeron al unísono. Luego se miraron y sonrieron. La cultivación dual y los recuerdos los volvieron más unidos. Se tomaron de las manos mientras conversaron algunos detalles más.

Guizhong invito al Dios de las hornillas, Guoba, a cocinar. Si bien los dioses no necesitaban comer, todos disfrutaban el sabor de una buena comida.

Después de comer y tomar un relajante baño, se prepararon para salir de Buyan.

Kazuha solo cerró los ojos un momento y ya estaba afuera. En un pequeño templo.

Bandera Negra [Kazuscara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora