34. Ahora está a su nivel

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"Eres un traidor, Heizou"

Gorou miró a Heizou y gritó enojado.

"No es lo que crees, Gorou, déjame explicarlo"

Heizou también gritó mientras veía a Kazuha forcejear con el perro gigante de tierra mientras Gorou se enfrentaba a Mao y Venti.

De repente, Mao le gritó a Venti.

"¿¡Por qué te contienes!?"

Venti desapareció de la vista de Gorou y apareció detrás de Mao, susurró:

"Si uso todo mí poder temo atraer a Scaramouche... y dos generales a la vez si que son un problema"

Gorou rápidamente divisó a Venti secreteando con Mao y esto lo enojó más. Primero la traición de Heizou, segundo con Kaedehara y por último sus enemigos se contenían con él? Esto sí que era inaceptable, no permitiría que lo tuvieran en poca estima. Él, el segundo general al mando de Kokomi.

Gorou materializó una bandera, posiblemente sacada de su bolsa espacial aunque parecía más una bandera de puro elemento. La bandera flameaba con el viento, Gorou la enterró en la tierra y desde la bandera comenzó un temblor en la tierra, está se iluminó en un dorado oscuro y varios agujeros se formaron, de ellos salieron más banderas y de cada bandera, montículos de tierra se elevaron, transformándose en humanoides. Esta era una formación de invocación, Gorou estaba llamando a su ejército de roca, el renombrado Pez Piedra.

Alrededor de unas trescientas personas empuñaron sus armas, lanzas y katanas, cargaron sus arcos y ballestas y en un gritó de guerra se lanzaron a la batalla a la orden de Gorou. Venti ya no pudo contenerse, necesitaba cambiar de forma para pelear.

Una luz incandescente brilló en su cuerpo por un segundo y su forma de Dios estaba a la vista, llevaba muy poca ropa y nada de armadura pero el Dios del viento es exactamente lo que necesita, con estas prendas sagradas su poder aumenta y su agilidad también. Puede moverse libremente sin ataduras.

Batió sus alas y despegó hasta el cielo, una lluvia de flechas lo siguió. Mao también se elevó, esquivando a tiempo las lanzas que le tiraron. Levantó sus manos y una docena de ciclones de viento tiraron por los aires a los soldados que lo rodeaban, en el aire, como si fuera un rayo, salto golpeando los estómagos con fuerza, rompiendo las armaduras y dejando inconcientes a todos. Apenas cayeron al suelo, fueron remplazados por la siguiente orda. Maestros elementales. Dignos oponentes de Mao.
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"Nara rubio"

"Arama te enseñará canción de sueños, sigue a Arama"

Kazuha aún se enfrentaba al perro gigante, saltó en zigzag de un árbol a otro mientras esquivaba las embestidas enloquecidas del perro luego de que Kazuha le apuñalara un ojo. Varios árboles habían caído cuando Kazuha escuchó la voz del aranara de antes.

Dudó en ir y dejar a Mao y Venti pero en eso, en la distancia, divisó a Mao y Mao lo divisó a él, fue solo un segundo que los ojos de Mao recorrieron a Kazuha y luego al aranara para volver a Kazuha. Mao lo entendió. Un acuerdo tácito en sus ojos,

Kazuha siguió a Arama. Apenas le dió la mano, el aranara los transportó fuera de la zona de peligro, Kazuha corrió detrás del aranara volador hasta que llegó a la entrada de una cueva.

Allí, Arama hizo entrar a Kazuha y juntó sus cabezas. La información corría por la mente de Kazuha. Había aprendido la canción con solo un toque del aranara.

Arama le indicó que tocara la canción una a una especie de cebolla de piedra gigante, del tamaño de una persona, tenía un patrón de caracol el cual se iluminó mientras Kazuha tocaba la canción.

De repente, Kazuha parpadeo y ya no estaba tocando la canción ni estaba parado. Ahora estaba acostado en el suelo mirando el techo de la cueva junto a la cebolla de piedra que brillaba y soltaba una suave melodía.

Kazuha se puso de pie y vió a Arama ir por un camino que antes no estaba. Tras seguirlo, se encontró con un cielo lila, repleto de nubes rosas y una aldea con casitas de piedra redondeadas. Parecía de noche pero la aldea estaba bien iluminada, las mariposas y luciérnagas revoloteaban entre unas extrañas flores que Kazuha nunca antes había visto.

Estaba en Vanarana.

Arama le hizo señas en la distancia para que Kazuha despabilara y lo siguiera. Lo llevó al centro de la aldea, donde un extraño árbol con forma de arco lo esperaba.

"Toca canción"

Arama indicó.

Kazuha tocó la melodía nuevamente pero está vez incontables aranaras comenzaron a cantarla junto a él, las luciérnagas y mariposas esparcidas se reunieron alrededor del árbol hasta que en algún punto se volvieron una masa de colores y luces en el centro del arco. La canción terminó y Kazuha pudo apreciar cuando los insectos se separaron que una espada roja flotaba en el aire en el centro del árbol con forma de arco.

Está era Kagotsurube Isshin.

Una letal arma sangrienta que reconoció a Kazuha como su maestro y el único arma que contenía un alma de espada que Kazuha conocía. Era de un rojo sangre intenso. Un arma legendaria que fue forjada en BuYan por Akame Kanenaga, un maestro herrero que escapó a BuYan luego de ser sentenciado por su secta y con odio por la humanidad dió a luz el arma.

Kazuha estiró la mano y tomó la katana con fuerza, esperando que el arma se negara a reconocerlo porque pasó mucho tiempo pero se sorprendió al sentir la ligereza del aura de la espada. Cómo si lo recibiera moviendo la cola.

"Te esperé mucho, maestro"

Una voz sonó en la mente de Kazuha. Está era la voz de la espada.

Bandera Negra [Kazuscara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora