23. Un invitado

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"En la isla, en Buyan, sobre la oscura y ardiente piedra Morax. En esa piedra se sienta una hermosa doncella, la maestra Guizhong, Diosa curandera y del polvo. Sostiene una aguja de acero, la enhebra con un hilo de seda, teñido de amarillo rojizo, y cose heridas sangrientas. Que de la misma manera este sujeto no sufra cortes. Piel y huesos, regenerense, y tú, sangre, por favor deja de fluir."

Es joven ignoró la mirada penetrante de Kazuha y repitió en susurros una y otra vez como un mantra con sus manos sobre el cuerpo de Kazuha.

Pronto, una luz verde comenzó a brillar en sus manos, al igual que en las heridas en el cuerpo de Kazuha. Kazuha podía sentir ligeramente como sus huesos se acomodaban y se regeneraban. Era increíble como el dolor se desvanecía.

Pasado un tiempo, el joven quitó sus manos de Kazuha y se apartó, volvió a bajar la mirada y dijo.

"He terminado, puedes descansar aquí el tiempo que desees, yo me retiro"

Y se volteó para marcharse pero la voz del cuerpo de Kazuha lo detuvo.

"¡Espera!"

El joven miró a Kazuha sorprendido. ¿Qué lo sorprendió tanto? Pero rápidamente borró la sorpresa de su rostro y volvió a un semblante sereno.

"¿Necesitas algo?"

Anteriormente Kazuha no se había dado cuenta por estar pensando en Mao pero la voz del joven era melodiosa y brindaba una calma que Kazuha no sabía que podía sentir. Era distinto al tono odioso o sarcástico que parecía tener Mao todo el tiempo. Era agradable... Kazuha quería oír más de esa voz.

Y el cuerpo de Kazuha parecía tener lo mismo en mente porque lo siguiente que dijo fue.

"¿Podrías... quedarte un tiempo conmigo y charlar?"

El cuerpo de Kazuha pareció pensativo.

"No sé dónde estoy, no quiero quedarme solo. ¿Entiendes lo que quiero decir?"

El tono que usó parecía avergonzado.

"Entiendo, me quedaré contigo y aclararé tus dudas"

El joven discípulo respondió lo más neutral posible pero la amabilidad y suavidad con la que lo dijo no pudo esconderse en sus palabras.

"Gracias"

Respondió el cuerpo de Kazuha.

El joven sacó una silla de algún lugar y se sentó junto a la camilla de Kazuha. Y tan dulce como antes, el joven habló.

"¿Y bien?¿Algo que quieras preguntar?"

"¿Donde estoy?"

"Estás en la enfermería, la casa de la diosa curandera y del polvo, mí maestra, Guizhong"

"Eso lo sé, quiero decir, ¿En donde queda esto?"

"¿Cómo, no sabes dónde estás?"

El joven lucía genuinamente sorprendido.

"¿Recuerdas cómo llegaste aquí?"

"No del todo, estaba investigando una estatua cuando el piso bajo mis pies se desmoronó, luego de eso no recuerdo nada más"

"Mm. Habrá que notificar a Lord Barbatos de eso más tarde, él es el que se encarga de la entrada y salida del lugar. Aunque creo que Nahida se me adelantará."

"Al parecer, no eres uno de esos magos que buscaron la entrada. Creo que Nahida se equivocó al llamarte huésped, más bien eres un invitado."

El cuerpo de Kazuha guardó silencio y asintió como si entendiera lo que decía el chico. Kazuha estaba de acuerdo con las acciones de su cuerpo, mientras el chico siguiera hablando el sería feliz.

"Te explicaré dónde te encuentras visto que no lo sabes. Esto es BuYan, una legendaria isla ubicada dentro del dominio de Buer, la diosa de la sabiduría, donde habitan también varios otros dioses. Es probable que quien te haya traído aquí sea Lord Barbatos, dios del viento y del destino."

"Viste un árbol gigante afuera ¿No? Ese es el árbol de la vida. Contiene todos los secretos del mundo y con sus raíces controla el nacimiento de la vida, solo la diosa Buer y la diosa  rukkhadevata pueden acceder a la información del árbol"

"Muchas personas autoproclamadas magos vienen aquí en busca de conocimientos de Buer u otros dioses, o simplemente quieren crear una conexión con la isla para usar el elemento de Imaginación"

"A estas personas se las llama huéspedes, pero aquellos que terminan en BuYan por otros motivos se los llama invitados"

El joven sonrió débilmente y Kazuha quedó eclipsado por ese simple gesto.

"Yo también soy un invitado"

Bandera Negra [Kazuscara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora