Bandera Negra [Kazuscara]

21. Situación extraña

Cuando Kazuha despertó lo primero que vió fue el azul del cielo, algunas nubes blancas y gorditas en lo alto se movían con el viento. La suave brisa marina le acarició el rostro. ¿Que había pasado? ¡Scaramouche!

Kazuha se levantó de repente pero a su alrededor no había nada, ni Scaramouche, ni Heizou, ni... Mao. Lo último por alguna razón estrujó el corazón de Kazuha. Decidió dejar ir el sentimiento y no pensar demasiado en ello. Debía encontrarlos antes de que Scaramouche haga algo.

Se movió para caminar cuando un dolor intenso provino de su abdomen. ¿Que?

Kazuha revisó su cuerpo y encontró no solo una daga clavada en su estómago sino que también un montón de rasguños, moretones y por el intenso dolor que sentía en una pierna y brazo creía que podía tener algún hueso roto. No recordaba del todo su pelea con Scaramouche pero...

Espera un momento, por qué se está arrancando la daga asi como si nada, está caminado por la playa.. ¿Que? No puede moverse pero está caminando. No. ¿Que está pasando?¿Que rayos estaba pasando??

Después de un tiempo Kazuha se acostumbró al pánico inicial de no poder mover su propio cuerpo y que en cambio este se mueva por si solo. Decidió ver a dónde lo llevaba. Era extraño, porque podía mover los ojos pero no la cabeza, era como estar atrapado en tu propio cuerpo. Nunca había experimentado algo parecido. Por un lado era bastante entretenido y por otro era aterrador. Kazuha no se decidía.

El cuerpo de Kazuha caminó por medio día hasta llegar a una zona que a Kazuha se le hizo conocida. Piedritas de colores en la arena, aguas cristalinas, las mismas montañas de fondo y... ¿Dónde está el pintoresco pueblito? Solo había árboles y más árboles dónde se suponía estaban los escombros del lugar.

Mientras Kazuha pensaba el cuerpo de Kazuha suspiró y de su bolsillo sacó un pergamino desgastado y sucio. Era un mapa. Su cuerpo pareció leer el pergamino pero ni Kazuha ni su cuerpo entendieron que decía. El cuerpo de Kazuha arrojó el pergamino y caminó mientras se sostenía la herida de la daga. Parecía que no tenía un rumbo fijo, simplemente se metió entre los árboles. Pero Kazuha notó algo, notó que la brisa, su fiel compañera de viajes lo estaba guiando. Eso relajó un poco a Kazuha, al menos tenía a "alguien" conocido con él.

El cuerpo de Kazuha se adentró con dificultad en el bosque, caminando sin sentido hasta que se topó con una enorme estatua de un ángel extendiendo las manos hacia el cielo como si ofreciera algo. La isla parecía desolada pero esto era ¿Un altar? Había velas prendidas y flores crecían alrededor de la estatua. Además, la estatua se veía bien cuidada, como si alguien la mantuviera. Kazuha investigó con la mirada el lugar. Había unas letras debajo de él pero no entendía bien que decían desde este ángulo. Era..

De pronto, el cuerpo de Kazuha se volteó y Kazuha notó una sombra que se acercaba. Justo entonces el suelo debajo de sus pies se desmoronó y Kazuha cayó.