Capítulo 5

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Eran las 22:40 y Rivers empezó a abrir los ojos poco a poco.

—Mmm... —Rivers seguía algo dormida.

Ama aún la estaba abrazando por la cintura.
Rivers con mucho cuidado agarra su teléfono que estaba al lado suyo y ve un mensaje de su madre preguntándole si se iba a quedar a dormir en la casa de Amairani. Rivers le contestó que no sabe pero que le iba a avisar.

De pronto alguien entra al cuarto. Era Ari, quien venía a despertar a su hermana para que baje a comer.

—¿Y tú que haces aquí? y además durmiendo con mi hermana?. —Preguntó Ari seria cruzándose de brazos.

—Em..., vine a terminar un trabajo que teníamos pendiente con Amairani. —Rivers miró a Ari.

—Pues, yo no veo que estén haciendo ningún trabajo. —Ari se acercó a la cama.

—Ya lo terminamos. —Habló Rivers.

—Bueno, ya te puedes ir a tu casa entonces. —Dijo Ari de muy mala manera.

—¡Abril! No seas maleducada. Más respeto con la invitada. —Entró Ady al cuarto ya que escuchó lo último que dijo su hija.

—N-No se preocupe, señora... —Habló Rivers.

—Mmm...ya callense y dejenme dormir! —Habló Ama mientras se aferraba más a la cintura de Rivers.

—Bebé, ya dormiste mucho. Aparte tienen que bajar a cenar. —Habló Ady para luego mirar a Rivers. —Samy, tú te quedas, verdad? —Dijo Ady con una sonrisa.

—Em..., si no es mucha molestia sí... —Rivers sonrió tímida.

—No es ninguna molestia cariño, quedate el tiempo que quieras. —Ady se sentó en la cama junto a Rivers. —Samy...¿Te puedo llamar así? ¿No te molesta? es que me gusta mucho ese apodo.  —Dijo mientras miraba a Rivers.

—Claro que me puede llamar así. Me gusta mucho ese apodo también. —Dijo Rivers con una sonrisa.

—Bueno, Samy. ¿Puedes tratar de despertar a Ama mientras Abril y yo ponemos la mesa? —-Ady acomodó el cabello de Rivers detrás de su oreja.

—Sí claro, intentaré despertarla. —Habló Rivers para luego sonreír.

—Okey cariño, las espero a las dos abajo, si? —Habló finalmente Ady para luego dejar un tierno beso en la frente de Rivers.

—Ash, ya mamá. Vámonos. —Dijo Ari mientras ponía los ojos en blanco.

—Contigo hablaré luego. Te estás comportando muy grosera jovencita. —Ady se levantó y se dirigió a donde estaba su hija. —Vamos.

Ari se quedó en silencio y miró a Rivers, quien le estaba sacando la lengua, mientras salía con su madre del cuarto.

—Estúpida. —Dijo Ari en voz baja pero haciendo que Rivers leyera sus labios.

La puerta se cerró y nuevamente estaban Rivers y Ama solas.

—Amairani, despierta. —Habló Rivers.

—Mm, no... —Dijo Ama aún con los ojos cerrados.

Rivers se giró para ver a Ama y se sorprendió al ver lo cerca que estaban.

—E-Em..., vamos, despierta. Tenemos que bajar a cenar... —Dijo Rivers a unos centímetros del rostro de Ama.

—No, no quiero. —Dijo Ama para luego abrir los ojos y encontrarse a Rivers muy cerca de ella. —Estás muy cerca, y también muy roja. —Rió Ama.

—Pues tú me estás abrazando y aún no me puedo zafar de tu agarre. —Habló Rivers.

—O-Oh, lo siento. —Ama dejó de abrazar a Rivers pero todavía seguían en la misma posición. —Aunque me gusta tenerte así de cerca. —Dijo Ama de una forma coqueta.

RIVALES  (Rivama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora