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|Capitulo 25| Corea del Sur.

Estaba nerviosa por una razón inexplicable, no podía ser por subir a un avión porque básicamente ya estaba acostumbrada sin embargo ahora simplemente sentía cosas en mi estómago y no podía explicar la razón porque ni yo misma la sabía. Habían llamado a los pasajeros del vuelo y ahora nos encontrábamos esperando nuestras maletas que aún seguían en mano de los trabajadores, mientras nos quedabamos aquí a que nos la den estaba pensando en mi padre y en lo que la abuela me había dicho; Divorcio.

«Tal vez no sea para mal, te apuesto a que estará mucho mejor así»

Concordé conmigo misma y despejé mi mente de todos aquellos pensamientos que a lo mejor me arruinarían el día, le avisé a mi progenitor que ya nos encontrábamos subiendo el avión y que a pesar del cambio drástico del horario le avisaría cuando estuviéramos pisando tierras coreanas.

Coloqué mis audífonos y tomé una de esas pastillas para dormir un rato, el vuelo sería largo y sólo quería descansar lo que no he descansado en todos estos días, comí lo que pude y me dispuse a mirar cómo despegabamos, amaba tomar fotos y vídeos de cada vuelo que tomaba así que éste no sería la excepción.

—¿Puedes darme una de esas pastillas?— preguntó mi abuela llamando mi atención.

—¿Te vas a dormir?— ella asintió —¿Por qué?

—¿Será porque mi acompañante también hará lo mismo y yo simplemente me quedaré sola?— preguntó obvia —, no gracias, dame la bendita pastilla.

—Andas bien agresiva hoy abue— reímos, tomé otra pastilla y se la extendí, ella sin pensarlo dos veces la tomó y bebió un gran trago de agua.

A pesar de su tan avanzada edad, mi abuela podría verse hasta más joven que mi propia madre lo cual me causaba algo de gracia porque desde que se volvieron una familia, mi progenitora trataba de verse igual o mejor que ella aunque no entendía por qué lo quería si básicamente todas las mujeres en la familia son hermosas.

«Tenemos buenos genes»

—Abuela— la llamé y ella me miró mientras comía algo de fruta —, no me has contado sobre tus amigos. ¿Quiénes son? ¿Son personas importantes?

—Es la familia Kim, una de las más poderosas de Corea, el nieto Kim SeokJin es el que se va a casar con la nieta de otra de las familias más poderosas, Jia Wang— explicó —, que por cierto, ella tiene un hermano bien guapo, tal vez...

—No— hablé rápidamente sin dejarla terminar —, no voy a...

—Date la oportunidad, no seas tonta— ahora era ella quién me interrumpía —, usa la cabeza. No estoy diciendo que te vas a enamorar y todo eso, simplemente digo que se podrían conocer, hacerse amigos y lo demás queda en sus manos.

La miré fijamente por unos segundos y luego aparté mi vista conectándola con la ventana a mi lado, suspiré pesadamente y asentí levemente.

—Lo intentaré— sonreí.

—Me alegro que sea así— me extendió su plato de frutas con intención de que comiera algunas con ella, acepté porque me apetecían unas fresas pero pronto como dejamos de comer y seguíamos hablando, el sueño nos invadía —, esas pastillas son potentes— rió —, voy a descansar.

—Esta bien— besé su sien —, descansa abuela, nos vemos en... ¿Unas horas?— pregunté riendo, ella asintió de la misma manera.

Sin más, se cubrió con una cobija y rápidamente se durmió, por otro lado yo estaba luchando con el sueño, quería durar más tiempo despierta para levantarme a una hora considerada pero mi cuerpo estaba muy pesado y de un momento a otro todo se volvió negro, me había dormido.