|Capitulo 18| Castigo.

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—Si será imbécil— hablé conmigo misma saliendo del ascensor al llegar al penthouse —. ¿Se quiere quedar con ella? ¡Pues bien! ¡Éso me pasa a mí por enamorarme de un...!

—¿De un qué?— escuché detrás de mí, al voltear lo ví con una sonrisa de lado apoyado en el marco de la puerta, sin embargo sus ojos no transmitían lo mismo que su sonrisa —, adelante cherry, termina lo que ibas a decir.

—Un idiota hormonal— él rió —. ¿Qué te parece tan gracioso?

—¿Es tu mejor insulto?— preguntó levantando ambas cejas.

—Déjame tranquila Jungkook— rodé mis ojos y comencé a tomar las cosas que me llevaría al baño.

—No está en mi plan.

—¿Cuál es tu plan, mmh?— lo miré de vuelta.

Tal vez no debí haber preguntado.

El pelinegro se acercó a paso veloz acorralandome contra la pared haciendo que soltara todo lo que mis manos sujetaban, la sonrisa que tenía me daba escalofríos, sus ojos estaban un poco más oscuros y sus pupilas, dios, estaban completamente dilatadas.

—Te has portado muy pero muy mal cherry.

—No soy una niña para que me estén diciendo si me porto bien o no.

—Pero te comportas como una...— susurró, sus labios acariciaban cada centímetro de mi rostro, sin besos de por medio, sólo jugaba conmigo hasta llegar a uno de mis oídos —, una muy malcriada.

—Sueltame.

—Deja de usar esa palabra como excusa, tú y yo sabemos perfectamente que cada vez que lo dices no quieres que pase— sonrió y mordió el lóbulo de mi oreja.

—Esta vez lo digo en serio— hablé de manera seria.

—Y a mí me importa un carajo.

Sus manos acariciaban mi cintura, bajaban sólo un poco hasta mis piernas y luego subían nuevamente y así sucesivamente, pero todo acabó una vez lo empujé y lo alejé de mí, claramente no le pareció divertido pero estaba dispuesta a tomar mis cosas otra vez y encerrarme en el baño.

Emitió una risita nasal para luego tomarme fuertemente de los brazos sin dejarme escapar y tumbarme en la cama con él encima.

—Tú no vas a ningún lado mi dulce cherry— susurró.

Sus labios atacaron los míos sin delicadeza, al parecer carecía de esta, una de sus manos tomó mi rostro provocando que abriera un poco mi boca para que su lengua entrara en mi cavidad, pensé en morderla y lo iba a hacer pero tuve que pensarlo dos veces para arrepentirme, si me lo hicieran a mí me dolería y no quería hacerle daño, tal vez un labio duela menos.

—Mierda— se alejó de mí sujetandoselo —. ¿Acabas de morderme?

—¿Acaso no ves?— pregunté alejándome de él y sentándome en la cama a una distancia considerable.

—Vaya...— rió mirando su mano.

Estaba sangrando.

Éso no era parte del plan, no era mi intención pero tampoco me vería pedirle perdón porque hoy no estoy de humor.

—¿Quién te entiende?— preguntó de repente —, primero quieres darme celos y cuando las cosas son al revés simplemente te comportas como una fiera, eso es muy injusto.

—Estabas muy cerca de ella— hablé poniéndome de pie —, se estaban secreteando cosas y todo Jungkook.

—Y tú muy sonriente con la copia barata de Leonardo DiCaprio, tocándole el brazo y demás...

MAGICKEY | JJK [+21] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora