Sonidos clandestinos

9. Lake Morning

Capítulo 9 

Lake morning 

Ophee

Salte en mi asiento cuando la cara diabólica apareció en la pantalla, Changbin a mi lado me acerco más a él abrazándome por los hombros.

—No quiero seguir viendo esto —hable escondiendo mi cabeza en el hueco de su brazo y su pecho.

—Es el precio por perder la apuesta pumpkin.

La burla en su voz hizo que mi sangre hirviera, me aleje de él haciéndome bolita en el otro extremo del sofá, cuando salíamos del acuario Changbin menciono algo sobre tener que practicar un nuevo rap y grabarlo al siguiente día, le dije que podría hacerlo mejor que el superándolo en rapidez lo cual no fue así, no puede igualar la rapidez y me quede sin aire para poder terminarlo, el precio fue ver una tonta película de terror que Changbin tenía pendiente en su lista.

—Pumpkin —Me llamo Changbin tratando de acercarme a él.

—Solo terminemos de ver esto.
—Podemos ver otra cosa Ophee, no tenemos que seguir con esto.
—Perdí la apuesta no soy una cobarde.

Me mantuve en mi lugar sin dejar que Changbin se acercará o me acercará a él, en cuanto terminó la película corrí a mi habitación, no fui consciente del momento en el que me quedé dormida, me desperté repentinamente un poco desorientada, busque el cuerpo de Changbin con una mano pero no estaba.
Salí al salón buscándolo, estaba durmiendo en unos de los sofás, me acerque y me agache hasta que nuestras caras quedaron a la misma altura.

—Regresa a la cama Ophee —murmuro con los ojos cerrados.

—Volvere si vienes conmigo, no creo seguir durmiendo si no estás a mi lado.

Changbin nego con la cabeza.

—Necesitas tu espacio y estoy dandotelo, puedo dormir aquí.
—Entonces yo también dormiré aquí.

Me acosté en el pequeño espacio que quedaba en el sofá, me aferre al cuerpo de Changbin en un abrazo para mí caerme, en un rápido movimiento Changbin me puso del lado contrario quedando entre su cuerpo y el sofá.

—Eres tan pequeña como un mani por eso te instalaste sin permiso en mi corazón, encajaste perfectamente pumpkin.

Abrece con más fuerza a Changbin escondiendo mi cara en su cuello.

—Volvamos a tu habitación vas a resfriarte si dormimos aquí.

En menos de un segundo Changbin estaba cargandome sobre su hombro y llevándonos a la cama.

Me removí en la cama otra vez tratando de encontrar la posición correcta y más cómoda posible, me había despertado tres veces antes, cerraba los ojos y lo único que podía ver era aquella cara diabólica.

Changbin dormía a mi lado plácidamente sin ningún problema aparente, suspire frustrada, sentía un poco en envidia en este momento, tome su brazo que estaba en mi cintura quitandolo de su lugar.

—Maldita película —susurré saliendo de la cama.

Cerré con cuidado la puerta de mi habitación tratando de hacer el menor ruido posible, eran las dos de la mañana, iba a ser una noche muy larga para mí. Busque entre los estantes de la despensa los ingredientes necesarios para hacer unas galletas, cuando tenía algunos problemas con insomnio solía hornear hasta que el insomnio se iba y yo caía rendida en alguna parte de mi casa dejando que el horno hiciera su trabajo.

Mezcle todos los ingredientes como lo mencionaba en la receta hasta tener mi masa sólida, volví a buscar entre todos los estantes mi cortador, sabía que lo había traído conmigo en la mudanza y me asegure de traer un par más conmigo cuando regrese, no estaba por ningún lado y estaba empezando a enojarme, los estantes no eran muy altos y tampoco solía usar los más altos para mí, pero en este punto de desesperación decidí ponerme manos a la obra y buscar en cada rincón posible.