Capítulo - XVIII.

1.1K 187 65
                                    


En el capitulo anterior. 

— "Estas obsesionado Hyunjin."

—"Lo estoy" — reconoció —", pero no quiero dejar de estarlo y creo que ya pasamos por este tema Chan, no quiero tus opiniones respecto a mi prometido. Envíame la dirección del lugar que debo vigilar."

— "No vayas solo."

— "Solo vigilare, nada va a pasarme." 


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Veinte minutos después estaba frente al lugar indicado por Chan, en un departamento abandonado de aquel edificio. Parecía que todas esas calles estaban bastante desoladas, muchos edificios en mal estado lo que hacía una guarida perfecta para el crimen organizado, vio a uno que otro hombre llegar metiéndose a una vieja tienda, con lo que Hyunjin no contaba era que unos edificios hacia su lado derecho se encontraba Felix vigilando desde la azotea de otro edificio abandonado.

El pecoso conocía el lugar de memoria, sabía que muchos de esos edificios estaban abandonados gracias a la propia mafia que habían expropiado a muchos residentes dejando muchas de sus pertenencias allí. En uno de esos departamentos solía vivir un ex veterano de guerra que tenía rifles de asalto y algunas sniper, una de ella fue la que instalo en la azotea, la mira infrarroja lo hacía ser certero y remplazo las balas comunes por dardos infectados por venenos de serpiente que extrajo gracias a la visita de una tienda en el mercado negro mucho antes de instalarse en gótica.

Antes de subir a la azotea se aseguró que nadie más que Taecyeon y sus hombres estuvieran presentes, gozaba asesinando criminales, no personas inocentes. Solo faltaba esperar que se aparecieran y eliminarlos uno a uno, en pocas horas amanecería y en las noticias solo hablaría de un crimen doble por parte de la desconocida mafia de Gótica y todos los corruptos comenzarían a correr como gallinas sin cabeza.

Al parecer la reunión había terminado pues los primeros en salir fue un hombre muy corpulento, con cadenas, un diente y un reloj oro, el pecoso lo vio por la mirilla de la sniper recordando que aquel hombre había sido uno de los que había pagado por el cuándo tenía diez años, no lo pensó dos veces, apunto la mirilla infrarroja hasta su cuello disparando con el silenciador el dardo con veneno.

El hombre cayó al suelo ante la mirada atónita de sus hombres quienes hicieron un círculo alrededor de su cuerpo en el suelo apuntando sus armas a ningún lugar pues no sabían de donde había venido el disparo, pronto el hombre comenzó a convulsionar mientras sus ojos, nariz y oídos comenzaban a sangrar siendo alcanzado por el poderoso veneno que el dardo tenia, rápidamente el pecoso cargo la sniper con balas reales apuntando a las piernas de los guardaespaldas dejándolos cojos.

Los demás hombres dentro del recinto salieron a mirar que pasaba, tres peces gordos, entre ellos Taecyeon, cada uno con cinco guardaespaldas.

Felix no tenía balas para todos pero si dardos suficientes para los jefes, rápidamente apunto a sus cuellos haciendo que el mismo efecto de envenenamiento ocurriera en los tres, sus guardaespaldas hacían abierto fuego a la nada tratando de dar con un blanco, la calle se iluminaba por el destello de las armas de fuego mientras el pecoso miraba el espectáculo desde la alturas, pronto el pecoso vio por el rabillo de su ojo una sombra moverse al menos a unos siete metros de él, proveniente desde el techo del edificio vecino, lo reconoció inmediatamente aun si no podía ver su cara pero la figura era extremadamente conocida, era Hyunjin.

La ciudad de Hades. - Hyunlix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora