Extra Especial.

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Un año después.

 Las olas eran la canción matutina de su diario vivir. El sol colgándose por la ventana iluminando de la forma más hermosa toda la habitación y el peso en su pecho... Los últimos meses siempre despertaba con aquel peso sobre él, aquel peso también tenía una risa muy bonita.

—Ya sé que estás ahí...

— ¿Cómo lo supiste? —fue la respuesta infantil de su hija. Como si no estuviera totalmente recostada sobre su pecho tapándose la boca con sus manitas por su pequeña travesura matutina.

—Porque eres tan pesada como una roca —dijo pellizcando amorosamente su nariz haciéndola reír —Shhhh... —puso un dedo sobre sus labios haciendo que la pequeña lo imitara —silencio o vamos a despertar a papi.

Ambos miraron al peli azul completamente dormido en su lado de la cama, un brazo bajo su almohada mientras la abrazaba cual oso de peluche haciendo inconscientemente un adorable puchero. Yeji pego su mejilla a la de Hyunjin para observar a Felix, ambos suspiraron al unísono.

—Papi Felix es muy lindo, ¿no crees, papá Hyunjinnie? —el azabache no podía estar más de acuerdo con la observación de su pequeña —Es como un príncipe ¿no crees?

—Es un rey —le susurro. —yo soy el otro rey y tu nuestra hermosa princesa, además eres una princesa cumpleañera. — beso su mejilla felicitándola.

—La princesa cumpleañera y su padre van a comer berenjenas por haberme despertado —hablo Felix con los ojos cerrados y su voz profunda.

—Noooo—exclamaron a coro.

Luego Felix jalo a su hija sobre su cuerpo para abrazarla y felicitarla por sus cinco años, la niña devolvió el gesto tocando amorosamente cada una de las pecas de su papi.

—Papi, papá —dijo animada bajándose de la cama —Lita y mamá están abajo preparando el desayuno, me pidieron venir a despertarlos porque hay mucho, mucho, muuuucho qué hacer —indico haciendo grandes círculos con sus brazos haciendo evidente que esos "muchos" eran urgentes y gigantes.

Luego de decir eso se marchó corriendo escaleras abajo, cosa que a Felix no le agradaba para nada pues podía caerse, sin embargo la respuesta de Hyunjin para la preocupación de su esposo y la integridad física de su hija fue ponerle acolchado a toda la escalera y una resbaladilla al costado para que el descenso de la pequeña fuera seguro.

La vida junto a Yeji y Felix era como un sueño para Hyunjin, jamás había sido tan feliz, jamás había sonreído tanto. Nunca en su vida había descansado tanto y sobre todo, jamás había amado tanto como lo hacía ahora.

Gracias al trabajo de Felix en la isla todo el año que estuvieron separados era que las personas del pueblo les habían tomado gran cariño, sobre todo al pecoso y su hija. Por otro lado también contaban con Chaeryeong, la madre biológica de Yeji quien aún estaba en la escuela pero que sin falta cada fin de semana pasaba por su pequeña.

Fue así también como la anciana del restaurante que le había regalo el listón rojo a Hyunjin antes de su boda se había convertido en casi una abuela para Yeji, quien de cariño decidió llamarla Lita ya que no le agradaba la palabra "abuelita", así mismo la mujer mayor trataba a la pareja como si fueran sus hijos.

— ¿No hay un buenos días para mí?— reclamo Felix acurrucándose contra el cuello de Hyunjin como si fuera un gato.

—Necesito más de tres minutos para tus buenos días, mi sol —susurro en su oído —y no podemos hacer nada ahora, Yeji podría subir, la señora Nam podría escucharnos, o yo no podría parar... — dijo masajeando el cuerpo de su esposo.

La ciudad de Hades. - Hyunlix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora