Capítulo - XXVII.

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En el capitulo anterior.

En ese momento entro la llamada de Minho, Jeongin fue quien contesto pues el rubio no era capaz de hacer ningún tipo de movimiento más que llorar.

— "¿Si?" — dijo Jeongin con inseguridad.

— "El avión exploto..." — su voz sonaba apagada, algo gangosa y extremadamente triste.       

       

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Felix había quedado en shock y Jeongin tuvo que cuidadosamente sacarlo del lado del conductor y acomodarlo en el asiento del copiloto, para su mala fortuna Seungmin tampoco le contestaba y Minho no había dado mucho más detalles por teléfono, mientras dejaban atrás la carretera el menor solo podía ver las lágrimas incontrolables que salían de los ojos castaños de Felix, no podía llegar a imaginar cómo se sentía y de solo pensarlo se le ponía la piel de gallina.

La mente de Felix era un caos silencioso, los planes que habían hecho junto a Hyunjin hasta hace una noche se esfumaron como el agua entre los dedos. La espera que había prometido a su esposo para acabar con todo, bien podía irse a la mierda, quemaría esa ciudad hasta los cimientos y se haría notar cual King Kong en el Empire State, cada hijo de puta iba a pagarle lo que habían hecho con Hyunjin, iba a desmembrar y despellejar a Park, iba hacer de su muerte una mierda tan dolorosa qué iba a rogar por fin morir.

—Felix... —sintió el suave toque de Jeongin en su hombro —te he traído a la estación de policía, aún hay mucho por averiguar, no saques conclusiones apresuradas, quizás Chan sabe algo más. — sabía que el menor solo buscaba ayudar, que profundamente también debía estar preocupado por su propio esposo y aun así tuvo la delicadeza de no forzar una conversación y apreciaba eso.

El rubio se mantuvo en silencio y solo lo siguió dentro, su mente iba a mil por hora, necesitaba hablar con Taeyong de manera urgente, no quería dejar pasar un segundo más sin que el viejo Park quisiera orinarse de miedo en los pantalones sabiendo que vendría por él, haría que aquel bastardo fueran tan consiente de su presencia que ni siquiera pudiera dormir tranquilo.

Dentro de la estación todo el mundo lo miraba con lastima, susurrando o pensando "pobrecito" odiaba aquella frase, era lo que la gente decía cuando lo veían pidiendo dinero en la calle, cuando lo veían golpeado y abusado, pero pensaban que solo con un pobrecito tenían hecha la buena acción del día.

Se sintió indefenso como en aquellos años. De hecho, podía perfectamente matar a todos en gótica y que la ciudad ardiera en llamas, sin embargo nada de eso le devolvería a Hyunjin. Nada de eso le regalaría una nueva sonrisa, otro abrazo o un último beso... Nada de eso haría que Hyunjin volviera y ya nadie podía devolverle su alma la cual ahora había abandonado su sistema, como si fuera un interruptor que había apagado, su alma ahora mismo se estaba quemando junto a los resto del avión, ardiendo en deseo de venganza y exterminio.

La ciudad de Hades. - Hyunlix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora