Hyunjin era un huérfano adoptado por un héroe anónimo que le trajo paz por muchos años a Ciudad Gótica, el misterioso Batman. Diez años después de su muerte el joven azabache decide seguir los pasos de su padre y combatir el crimen por las noches.
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Felix acabaría con todos a quien alguna vez Hyunjin ayudo a detener y con lo que quedaba de la mafia, se encargaría que el único hijo de puta que esperara la muerte fuera Park Jinyoung, ese hombre se arrepentiría cada día de su vida el haber asesinado a Hyunjin.
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Terminó la transmisión y se puso manos a la obra, sabía que sus acciones haría que fueran movilizados todos los recursos policiales y aunque tenía un plan de escape no podía asegurarse de que todo saliera a pedir de boca, por lo que todo dependía de su precisión y rapidez.
Entró sin problema alguno a la cárcel, previamente había dormido a los guardias con un potente gas, así como a los prisioneros de las otras plantas. En su camino solo habían quince hijos e hijas de puta qué fueron liberados del tercer piso, cuando abrió la puerta de aquel pasillo todo era un caos, gritos, alaridos y sangre, muchos habían comenzado asesinarse unos con otros lo que para Felix se traducía como un ganar – ganar ya que era menos trabajo para él, en el fondo del pasillo vio a Sana, sabía que ella por si sola había acabado con al menos cuatro tipos y la dejaría pensar que se le había escapado, después de todo sabía todos los lugares donde aquella mujer se podía esconder y aun no era tiempo de ajustar cuentas con ella.
Para los diez prisioneros restantes, hizo uso variado de su arma con dardos venenosos para inmovilizarlo, cortando después las manos y ojos de todos con dos pequeñas katanas qué traía en el cinturón, aquellas manos y ojos que pecaron disfrutando de menoscabar la inocencia de muchos ahora no eran más que un puré sangriento y hubiera disfrutado reírse sobre sus cuerpos desangrándose pero no había tiempo para ello.
Cuarenta minutos le tomo dejar un río de sangre a su espalda, literalmente casi podía bailar sobre esos cadáveres pero nada de eso llenaría el vacío ante el recuerdo constante de no tener a Hyunjin, muchas veces se planteó si estaba loco y la verdad es que si lo estaba, era un completo enfermo psicótico pero jamás daño a un inocente.
Era un consuelo estúpido para un mal hombre, pero al menos lo ayudaba a dormir por la noche, su insano amor por Hyunjin lo ayudaba a vivir y ahora sin él solo quería completar su misión y despedirse del mundo.
Como bien había pensado Sana había logrado escapar de alguna manera, con sinceridad lo esperaba porque no quería tener que matarla sin dedicarle algunas palabras previamente, sabía que no era estúpida y por mera auto conservación se escondería al menos unos días, el tren de pensamientos se detuvo cuando a la distancia pudo escuchar helicópteros, pensó que eso había sido rápido para gente tan inepta como la policía de gótica.
Pensando en una posible buena organización de las fuerzas de orden y paz fue que eligió la cárcel de Arkham para empezar con su purga, sabía que la policía querría mantener el orden y eso le daría el tiempo suficiente para irrumpir en la reunión de mafiosos y policías corruptos, mientras a él lo buscaban en la cárcel.
