Osa Mayor (Dipper Pines x tú)

💫Red💫

Gravity Falls es el centro de toda estructura paranormal, tiene un efecto atrayente para aquellos seres de carácter extraño, y no es diferente para los seres humanos con capacidades especiales, todos se ven arrastrados a sus leyes para cumplir con su destino.

Habías sido criada por tu tía abuela Lazy Susan desde que eras un bebé, tus padres murieron y ella era la única familia que te quedaba, era triste, pero no podías extrañar algo que nunca tuviste, aquella vida en el pueblo era lo único que conocías. Y aun así no encajabas. La mitad de debajo de tu cabello era blanca con un brillo casi fantasmal, la gente pensaba que te lo habías tintado, pero tú sabias que era debido al estrés por reprimir tu ira, tenías un carácter fuerte difícil de domar, pero lo hacías por tu tía abuela, que era una mujer dulce y agradable, querías estar a la altura de su bondad.

Pero un día no pudiste contenerte, Lazy Susan te pidió que la ayudaras con su cafetería aquella fatídica tarde porque había llegado mucha gente a la vez. Te encontrabas sirviendo unas tortitas a unos compañeros de clase, cuando sus novias entraron por la puerta. La reina abeja era Pacífica Northwest, la típica rubia rica mimada que se cree alguien por el dinero de sus padres.

- Mira a quien tenemos aquí. – sonríe al verte – Es nuestra friki favorita.

La ves sentándose al lado de Jack seguida por su sequito de brujas riéndole la gracia.

- Vamos, no seas así, solo está haciendo su trabajo. – le dice el chico –

- Sabe que es una broma, cariño. – responde dándole un beso en la mejilla –

Él te sonríe a modo de disculpa y tú le devuelves el gesto. Jack era uno de los chicos más populares de la clase; alto, atlético, inteligente y amable, por no hablar de lo atractivo que era, su cabello negro combinado con sus preciosos ojos verdes era una bomba para cualquier chica que lo mirara y por supuesto Pacífica debía tenerlo. Aun no te explicabas como alguien como él podía salir con semejante víbora.

Cuando te dispones a recogerles la mesa tras terminar de comer, uno de sus amigos derrama por accidente el bote de caramelo de las tortitas y el contenido te salpica el vestido.

- ¿Estas bien? – te pregunta Jack acercándose con una servilleta en la mano –

- Sí. – frunces el ceño, molesta – Es solo un poco de caramelo, es normal que el uniforme se ensucie al final de la jornada, además...

Las palabras se te atascan en la garganta cuando sientes la tela en tu mejilla, Jack te está limpiando el caramelo de la mejilla, el corazón se te acelera y te sonrojas a más no poder. Pacífica nota tu reacción y termina empujando su vaso lleno de agua sobre ti.

- Ups, lo siento. – finge al mismo tiempo que tira del brazo de Jack para alejarlo de ti –

Todos comienzan a reírse y notas como la ira crece dentro de ti, los ruidos son ahogados por los propios latidos de tu corazón y todo se vuelve rojo, para cuando quieres darte cuenta de lo que está pasando tu tía abuela te está sujetando por los hombros y una de las amigas de Pacífica tiene la cara aplastada contra la mesa llena de sangre y ella un arañazo en la cara. Todos te miran atónitos y asustados.

- Eres un bicho raro, ya veras cuando mis padres se enteren de esto. – te amenaza Pacífica –

Te deshaces del agarre de Lazy Susan y sales corriendo con lágrimas en los ojos, te había pasado otra vez, habías perdido el control delante de todos. Tus piernas te llevan al cementerio donde te escondes detrás de una lapida para que nadie te vea llorar, tus pensamientos te ahogan y se vuelven ruidosos en tu cabeza cuanto más intentas tranquilizarte.

- ¡Mierda! – gritas golpeando la lapida que tienes al lado –

Está se parte y crees haberla roto, cuando se inclina como una tapa de una caja y puedes comprobar que está hueca, metes la mano un poco dudosa apartando las telarañas hasta que tu mano toca algo duro, lo tanteas con cierto temor hasta agarrarlo, parece un libro. Al sacarlo está lleno de polvo y soplas para quitárselo lo máximo posible.