Gravity Falls es el centro de toda estructura paranormal, tiene un efecto atrayente para aquellos seres de carácter extraño, y no es diferente para los seres humanos con capacidades especiales, todos se ven arrastrados a sus leyes para cumplir con s...
El hallazgo del ordenador fue solo el comienzo de algo más grande, oscuro y aterrador. Normal lo era la palabra que ninguno describiríais para ese corto periodo de paz, sabíais que el peligro siempre reposaba en las sombras, aguardando el momento de alterar vuestras vidas.
A veces te impacientaba la idea de descubrir más, el porqué de la elección de Xolotl al elegirte como portadora de su poder, pues en el fondo te preocupaba que se tratara de algo más serio que un simple deseo de descendencia por parte de aquella monstruosa deidad.
Esa mañana despertaste sintiéndote extraña, si tuvieras que describir la sensación, era como si el mundo estuviera a punto de alterarse, la muerte acechaba, te susurraba tu función en el ciclo espiritual.
Aun carecias del conocimiento necesario para sacarle el maximo partido a tu poder, pero agradecías que Dipper fuera tu ancla en la tierra, pues cuando sonreía con las mejillas sonrojadas y se limpiaba el sudor de las manos en los pantalones podía estar pasando cualquier cosa ahí fuera, porque tus ojos solo estarían puestos en él.
Por ello, cuando lo perdiste, tu mundo colapsó, sin tu ancla, el mundo se volvió difuso, frio y oscuro.
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Mabel se había enamorado de un titiritero y con la esperanza de ganarse su amor estaba preparando una obra por todo lo alto con tiempo limitado, tenía menos de una semana para lograrlo, eso había provocado una brecha entre los gemelos, pues la hermana se centraba tanto en su obra que había olvidado ayudar a Dipper a averiguar cuál era la contraseña para el ordenador.
Divididos y con Mabel ocupando parte de tu tiempo para sus marionetas, agotando tu poder, Bill se abrió paso hasta la mente de Dipper.
- Bill me ofreció la contraseña a cambio de un trato, como si pudiera fiarme de él ¿verdad? - te dice -
Llevaba sin dormir varias noches y seguramente un mínimo grado de locura estaba afectando a su sensatez.
- No puedes confiar en él, es un demonio que hace tratos en los que solo lo benefician a él. Solo espera un poco, Mabel dará el atrezo a sus amigas para que lo preparen y juntas te ayudaremos a descifrar la contraseña.
Suspira y te sonríe.
- Tienes razón, creo que ha sido la falta de sueño lo que no me dejaba pensar con claridad, un trato con Bill ¿en qué estaría pensando?
- Para eso me tienes a mí. - le das un beso en la mejilla y se sonroja -
- Aun no me creo que seas mi novia. - te da la mano con cierto nerviosismo -
- Ni yo que tu seas el mío. - le sonríes con cariño -
Su corazón se calienta y todas esas noches de malestar desaparecen. Salís cogidos de la mano para terminar de subir todo a los coches; Mabel y sus amigas hablaban de la obra que había escrito la primera, cuando os vieron cogidos de la mano y comenzaron a susurrar entre risitas.
