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Luk

- ¿Luk?

Aparté la vista del libro entreabierto que sostenía para observar a Sam, esperando a que siguiera.

- ¿Hmm?

Se sentó a mi lado en la cama, manteniendo una distancia, y me miró mientras se mordía el labio inferior, dudando si continuar o no.

- Ey - la llamé, suavizando mi voz -, ¿qué pasa?

- ¿Por... qué no nos dijiste nada?

Sentí la garganta seca. Abrí y cerré la boca sin saber que decir.

- ¿Sobre... qué?

Apartó la mirada.

- Sobre... eso.

- ¿Eso? - intenté hacerme la confundida.

Maldición. Seguro que ya se había enterado del día que me fui con Jake a aquella cafetería y de la tontería que acordamos, y estaba furiosa...

- Lo de que tenías que unirte a un equipo para no perder el año.

Volví a respirar casi de golpe y exhalé un pequeño suspiro de alivio.

Entonces era eso...

- ¿Qué?

¿Había hablado en voz alta?

- ¿Eh?

- Dijiste algo, ¿no?

- ¿Yo? - dudé -. No, no dije nada.

- Ah.

- Ah.

Y nos quedamos en completo silencio, hasta que fui capaz de recuperar la voz.

- No les dije nada porque, no sé... No quería que se preocuparan por eso. No tenía importancia.

Me fulminó con la mirada y se acercó, y decidí que era mejor callarme.

- Claro que tiene importancia - tomó una de mis manos -, porque te sucede a ti, Luk. Y somos como hermanas. Lo que le pasa a una, la pasa a la otra.

- Ya - dije en voz baja, un poco incómoda.

En momentos así no sabía del todo como reaccionar.

- ¿Sabes a cuál equipo te vas a unir? - preguntó ella, notando la incomodidad que emanaba de mí.

- Baloncesto - sonreí forzadamente.

- ¿En serio? - parecía genuinamente sorprendida.

Ya, que yo tampoco me creía del todo que fuese a tener que unirme al equipo de baloncesto de la preparatoria, cuando en la vida me había interesado ese deporte. O cualquier otro.

- De echo, ya estoy como quien dice dentro del equipo, solo debo aprender... a jugar de aquí al próximo partido.

Se aclaró la garganta muy despacio, analizando mis palabras.

- ¿Quieres que busquemos a alguien que te ayude a entrenar? Porque conozco a una chica muy buena de mi clase de matemáticas que puede...

- Ya me esta entrenando alguien - comenté sin darme tiempo a arrepentirme.

- ¿Sí? - sonaba ilusionada.

Cállate, tía. No podemos romperle el corazón diciéndole que su ex nos va a enseñar a jugar.

No, no iba a callarme. Odiaba pensar que la haría hacer sentir mal, pero debía decirle la verdad... o lo más cercano a ella.

Asentí y me solté de su agarre despacio. No quería que me estuviera tocando cuando me escuchara decir cierto nombre. Vería sus ojos llorosos y eso terminaría por hacerme contarle todo.

- ¿Y quién es?

- Ejem...

- ¿Luk? ¿Estás bien? Te has puesto roja.

No, carajo, no estaba bien.

- Lo estoy - mentí, poniéndome de pie de golpe cuando intentó sujetarme del brazo.

- Bueno - entornó los ojos no muy segura de mi respuesta, pero no insistió -. Pero ¿quién es entonces? ¿Lo conozco? ¿Lo conoces tu por lo menos? Porque por allí hay mucho capullo que...

- Es Jake.

Se puso pálida y sus ojos buscaron los míos con cierta desesperación.

- ¿Jake? - repitió atónita -. ¿Jake Walker?

Asentí tensa y aparté la mirada.

- Lo siento de verás, Sammy. Se que las cosas entre ustedes no terminaron para nada bien... y que hablar de él te sigue lastimando, pero necesitaba ayuda... Lo siento mucho.

Unos segundos después se levantó y se acercó despacio. No sabía que esperar.

Pero me abrazó y me quedé en piedra.

- Siempre te estas disculpando - me dijo, con una voz que indicaba que sí le había afectado volver a sacar a relucir el nombre de "Jake" -, deja de hacerlo, ¿vale? No tienes que explicarme nada, y te entiendo, Lu. Entiendo que no querías contarme nada... y agradezco eso de ti. Se que crees que no sabes gestionar los sentimientos de otras personas, pero creo que te sale mejor que a muchos. Te preocupaste por mí. El punto es que eres increíble y no debes pedir perdón cuando no has echo nada malo.

Fue cuando fui capaz de devolverle el abrazo.

- Te quiero, Luk.

Sonreí un poco.

- Igual te quiero, Sam.

- ¿Lo dices de verdad o por qué sientes que debes hacerlo?

Y no dudé.

- Es real.

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¿Qué opinan de la amistad entre Sam y Luk? Yo siento que es muy linda a pesar de que las interacciones entre ellas no han sido muchas.

Creo que Sam es la clase de amiga que todos nos merecemos en nuestra vida, porque pese a que Luk estaba realmente tensa ante la idea de decirle a Sam de Jake, ella lo entendió sin rabietas y le dijo que no tenía que disculparse por decidir que quería entrenar con él.


Cuando el mundo caigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora