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|14| Intentos

Jake

Entrenamos juntos todos los días después de clases sin falta.

A decir verdad, y yendo en contra de algunas dudas que tenía, Luk realmente se había estado esforzando. Pero a veces esforzarse no bastaba, y en este caso no era la excepción.

Ya había logrado encestar algunas veces, sí, porque puntería tenía mucha y de sobra, algo que parece nos sorprendió a ambos, pero ya jugando la cosa cambiaba.

Y considerablemente.

En cada ocasión, era ella quien tenía el balón primero, pero yo siempre conseguía, de una forma u otra, quitárselo. Seguir sus movimientos era sencillo, ya que se limitaba solamente a unos pocos y quería tomar las salidas que le parecían más fáciles. Tanteaba mis pasos, y aunque intentaba esquivarme, perdía la concentración muy pronto y bajaba la guardia, que era cuando yo actuaba y le arrebatada el balón.

En el último intento del día, Luk se volvió a colocar en posición defensiva e hice lo mismo al frente de ella. Hizo el ademán de querer volverse a la izquierda pero me moví y la bloqueé. Intentó moverse a la derecha y sucedió lo mismo.

- ¿Algún problema? - pregunté.

Una de las comisuras de su boca se alzó un poco, en un intento de sonrisa irónica.

- No, ninguno - respondió sarcástica -. Va todo genial. Maravilloso, de echo.

- ¿Sí?

Asintió.

- A este paso creo que estaré listisima para el partido del miércoles de la próxima semana.

Lo que sea que quería lograr con eso, funcionó. Fruncí el ceño y me puse recto de golpe.

- ¿Qué?

Aprovechó mi momento de sorpresa y pasó corriendo por mi lado izquierdo mientras botaba el balón. Para su mala suerte, reaccioné rápido y salí corriendo detrás de ella, logrando seguirla muy de cerca. En el último segundo, cuando lanzó el balón a la canasta, interpuse la mano y lo detuve.

Suspiré y me giré a tiempo para ver como se dejaba caer en el suelo y maldecía en voz baja.

- ¿Hemos acabado por hoy? - preguntó. Su tono ya denotaba cansancio.

- Sí, pero tenemos que hablar sobre eso de que tienes partido el miércoles - gruñí. No esperaba que jugará tan pronto.

Esperaba que por lo menos la directora le diese unas semanas de ventaja para adaptarse. Apenas había comenzado a practicar también con el equipo. Y por lo que me había contado, las chicas eran agradables, pero le estaba resultado un poco complicado seguirles el paso.

- ¿Qué no entiendes? ¿Qué al parecer la directora, tan amable y linda como siempre, me ha metido en el equipo de sorpresa y el siguiente partido es el próximo miércoles? Creí que eras mucho más listo... Jacky.

- Muy graciosa.

Me guiñó un ojo, indicativo de que ya estaba lo suficientemente cansada para no odiarme, y aunque eso de que jugaría tan pronto me había tomado desprevenido, sonreí un poco.

Ella también sonreía.

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¿A ustedes les gusta jugar algún deporte? Yo lo odio.

Cuando el mundo caigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora