7- CULPABLE

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Llevaba unos cuantos días en el refugio. Me levante de un brinco al escuchar un ruido fuerte que provenía desde afuera, parecía una puerta. Escuche a Rick hablando con Daryl sobre qué iban a salir a por provisiones.

Bostece y me frote los ojos. Baje las escaleras de mi litera perezosamente y observe la cama de abajo. Carl se encontraba durmiendo plácidamente. Los latidos de su corazón eran regulares y desde la perspectiva en la que yo estaba se podían apreciar las pocas pecas que tenia en la nariz, las mejillas un poco sonrojadas y algunos mechones de su cabello castaño cayéndole por la frente.

-¿Liv, verdad?-Me gire al escuchar a una morena de ojos verdes. 

-Si- afirme.- ¿Maggie?- Ella asintió.

-¿Puedes despertar a Carl?- Pregunto Maggie.- Rick va a ir a por provisiones con Daryl y Glenn supuso que Carl quería acompañarlos.

-Claro, ya le despierto yo. No te preocupes.- Dije sonriendo de medio lado.

-Gracias, Liv- agradeció Maggie.- ¡Nos vemos luego!- Se despidió.

-¡Adios!

Vale, hora de despertar a Carl. Camine hasta quedarme delante de la cama e inclinarme para sacudirle el hombro.

-Carl, despierta- sacudí su hombro recibiendo a modo de respuesta un gruñido.- Carl, sé que estas despierto. Puedo escuchar los latidos de tu corazón.

-¿Porque puedes escuchar los latidos de mi corazón si están tan lejos?- Abrió un ojo.

Mierda, se me había escapado. Cómo Liam sabia sobre mis habilidades no tenia que pensar antes de soltar cualquier cosa, pero con Carl iba a tener que acostumbrarme.

-Ehhh. Era una broma, solo para sabes si estabas despierto- mentí.- Y mira, tenia razón- Dije mientras me levantaba a toda velocidad.

-Ya.- Dijo Carl encarnando una ceja.

-Tu padre te esta buscando.- Comente mientras cogía ropa limpia de mi bolso.- Dice que quiere que vayas a buscar provisiones con él, Glenn y Daryl.

-¿Tú no vienes?- Pregunto el castaño.

Negué.- Prefiero quedarme aquí, hace mucho tiempo que no estoy en un sitio seguro.- Me acerque a la puerta.- Nos vemos cuando vuelvas.

Dicho esto salí disparada de la celda hacia las duchas.

-¿A dónde vas tan rápido chiquilla? Parece que corres de un fantasma.- Dijo Daryl pasando por mi lado.

-Que gracioso eres siempre Daryl.- Conteste siguiendo mi camino hacia las duchas escuchando de fondo las risas de este.

Me sentía mal por no contarle sobre mis habilidades a Carl, pero no había pasado ni un día desde que lo conocía y tampoco quería saber como reaccionaria. La única vez que se lo conté a alguien fue a una chica de un grupo en el que estábamos Liam y yo cuando nos tuvimos que ir de su casa, al día siguiente nos echaron porque al parecer, esta se lo contó a la líder y me tomaron por una loca que quería llamar la atención. Desde ese momento supe qué era mejor guardarse el secreto y no contarlo. Al menos, hasta que supiera que Carl me guardaría el secreto y si se lo contaba a Rick que este no me fuera a echar.

Cuando salí de la ducha, me puse unos pantalones vaqueros junto mi camiseta verde de tirantes. Me coloque una daga pequeña en mi bota izquierda y la otra en la parte de atrás del cinturón. Cogí mi pistola HK (la que me dio Daryl) y la posicione en mi cinturón. Me hice una coleta alta dejando unos cuantos mechones castaños cayendo a los lados de mis mejillas y me mire al espejo. Una chica de ojos verdes con los labios carnosos y unas pocas pecas al rededor de la nariz me devolvía la mirada. Suspire sonoramente y salí del baño en dirección al exterior de la cárcel.



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