A TU LADO

32- EL ALMACEN (2)

Me despierto con la cabeza palpitando y oliendo el olor metálico de la sangre, consigo sentarme a duras penas y me pongo la mano en la mejilla para luego ver qué, cuando me la quito esta, está llena de sangre.

-Mierda- susurro para mí misma mientras intento ponerme de pie.

Toso unas cuantas veces hasta que escucho pasos corriendo hacia mi y levanto la pistola instantáneamente. Mis músculos se relajan y permito soltar la respiración que estaba reteniendo inconscientemente cuando huelo un poco de canela y naranja.

-¡Olivia!- Grita Glenn acercándose a mí.-¡¿Estas bien?!- Me pregunta mientras me revisa tocándome por todas partes hasta que se para en el momento en que ve mi mejilla.-Joder.

-¿Es muy grave?- Pregunto en un hilo de voz, la verdad es que escuece un poco.

-No, no. Unicamente que el cristal que te ha rozado no se te ha caído, se te ha quedado ahí.

-Ah, con razón duele tanto.- Sonrío divertida.

-No es gracioso, si te lo quito, ¿cuanto tiempo crees que tardara en cerrarse tu herida?

-Maximo cinco minutos si no es profunda.

-Te lo voy a quitar, si se te queda ahí se te puede infectar.

Asiento y cierro los ojos hasta que noto un leve tirón en la mejilla y la sangre brotar.

-Ay madre.- Empieza a decir Glenn con el cristal en una mano.

-Tranquilo, se cerrara dentro de poco.-Intento limpiarme un poco de sangre con la mano.- ¿Los demás?- Pregunto.

Glenn estaba apunto de responder pero la respuesta me llega antes de que él me lo diga. Le cojo de la mano y le arrastro hasta el lugar donde he escuchado el quejido.

-Jo-der.- Consigo decir.

Aiden esta empotrado en unas estanterías con lo que parece un cuchillo clavado en el hombro.

-Esta muerto.- Dice Nicholas levantándose del suelo con un toque de miedo en su voz.

Glenn y yo escuchamos lo mismo porque nos damos la vuelta rápidamente cuando los zombies empiezan a acercarse a nosotros.

-¡Noah, Tara, Eugene!- Grita Glenn intentado localizarlos.

Noah aparece corriendo y se queda junto a nosotros.

-¿Estas bien?- Me pregunta señalando mi mejilla.

-Si, no es nada.- Le respondo sonriendo.

-Tenemos que...- Empieza a decir Glenn

-¡Aqui!- Grita Eugene.- Porfavor.

Nos acercamos corriendo hacia Eugene pero no podemos atravesar a donde ellos se encuentran. Eugene desesperado señala a Tara, esta está tirada en el suelo con sangre al rededor de su cabeza y los ojos cerrados.

Me llevo las manos a la boca aguardando el chillido que estaba apunto de escaparse.

-¡Sé acerca uno!- Grita Eugene aterrorizado.

-Eugene- empieza Glenn.- Tienes que cargártelo.

Este empieza a negar con la cabeza mientras levanta su pistola, pero antes de que pueda disparar, otro zombie se tira encima de él con intención de comérselo. Suelto una maldición en voz baja y me apresuro a escalar hasta llegar a dónde esta Eugene y pegarle un tiro en la cabeza al caminante que estaba apunto de devorarle. Glenn dispara al que va a por Tara y dice:

-Meteros en ese despacho, yo la cargare.- Salta las cajas mientras Noah y Eugene salen corriendo hacia el lugar que ha indicado Glenn.

-Te cubro.- Sentencio.