A TU LADO

38- SOBREVIVIR COMO SEA.

El olor a pastel de carne que esta haciendo Carol inunda toda la casa, sobre todo a mis sentidos.

Yo me encontraba en el salón limpiando el arma que me había entregado Daryl hace más de un año. Carol, se encontraba en nuestra casa cuidándonos a Carl, Judith y a mí. Rick y Michonne aun no se fiaban para dejarnos solos. Mire por la ventana y vi a Carl paseando con Judith, él la llevaba en un carrito que nos regalaron los ancianos de Alexandria. Carl se veía muy feliz paseando a Judith, su sonrisa ladeada me volvía loca. Aunque me hubiera hecho daño no podía evitar lo que sentía por él. Me gustaba, y mucho.

Seguí limpiando mi arma hasta que un grito disipo mis pensamientos. Un escalofrío me recorrió la espalda al ver por la ventana de la cocina como un hombre acuchillaba a la vecina del frente que había salido a fumarse un cigarro. Me levante inconscientemente y mire a Carol.

-Judith y Carl.- Dijo esta con un hilo de voz.

Todos los músculos de mi cuerpo se tensaron a la vez que mi cabeza reproducía todos los escenarios posibles que podrían estar pasando ahora mismo. No me lo pensé más, cogí mi arma y algunas dagas para salir por la puerta buscando a Carl y a Judith.

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Nos encontrábamos en casa, Carol se había ido porque tenia que ayudar a los demás y nos había dejado a Carl y a mí en casa solos, protegiendo a Judith.

Carl bajo por las escaleras con un rifle automático.

Un silencio incomodo se instalo mientras Carl y yo nos situábamos en la cocina, nos sentamos en el suelo. Nuestras espaldas se rozaban y cada uno miraba hacia una dirección perdido en sus pensamientos.

Carl carraspeo y le puse atención.

-¿Podemos de hablar de lo que paso?- Pregunta incomodo.

Tarde o temprano tendríamos esta conversación.

Suspire y asentí.

-Lo siento, he sido un capullo. No debería haber dejado que Enid me besara y mucho menos debería de haberte dicho lo que te dije. - Suspira hondo y se gira para mirarme a los ojos.- Estoy seguro Olivia, sé lo que quiero y lo quiero contigo. Contigo se me eriza la piel cada vez que me tocas, contigo las mejillas se me sonrojan cada vez que muestras tu cariño. Y sobretodo, mi corazón se acelera cada vez que estoy a tu lado.- Acuna mi rostro entre sus manos para que no aparte la mirada.- Quiero estar contigo Olivia, quiero que seas mi novia.

Los ojos de Carl me miran desesperados, buscando una respuesta. Mi corazón late frenéticamente mientras el estomago me da un vuelco, se ha disculpado, probablemente si que me quiere tanto como dice.

Carl rebusca algo de su bolsillo y saca una cadena plateada preciosa, en el centro tiene un corazón reluciente que tambien parece de ese mismo material. Me la acerca y puedo ver que en el grabado pone "Livvie"

-¿Cómo...?- Empiezo pero no puedo terminar, tengo un nudo en la garganta mientras una de sus comisuras del labio se elevan.

-Hay un herrero en Alexandria. Fui con Enid,  pedí que me grabaran Livvie y me costo un poco caro. Ella y yo lo pagamos a medias.- Carl se ajusta el sombrero y vuelve a mirarme a los ojos.

-Si- aseguro.

-¿Sí?- Pregunta Carl con una ceja encarnada.

-Si quiero ser tu novia.

Carl se acerca a mí dispuesto a besarme pero el ruido de una puerta abriéndose me llama la atención.Nos levantamos a la vez, en guardia, hasta que vemos a Enid con todas las llaves de Alexandria en la mano.