26- DÉBIL.

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-Puedes quedarte con la familia de los Anderson, son buena gente.

¿Quedarme completamente sola e indefensa con unos desconocidos? definitivamente es un no redondo.

-Se que es mucho pedir pero ¿Podría tener una casa para mí sola?- digo tímidamente.-Si llega más gente me quedare en otra casa, pero mientras me gustaría estar sola, y si llega mi grupo se podrían quedar conmigo en una casa.

-¡Claro!- Dice Aaron dándome una palmada en la espalda.- Te ofrecí ir con otra gente porque no sabia nada de ti pero veo que eres muy segura de ti misma e independiente, ven conmigo te enseñare las casas que puedes elegir.

Sonrío tímidamente ya que no se como responder a todos los halagos que me acaba de dar Aaron y al saber que si puedo tener una casa para mí sola. Caminamos por la acera mientras veo a gente fumarse un cigarro en el porche de su "casa" o hablar entre sí.

-¡Estas dos!- Señala Aaron- yo escogería la de la izquierda, se ve más eh... atractiva.

La casa se ve en buen estado, es de un color gris clarito y la puerta amarilla pastel con el porche blanco resaltan bastante.

-Claro, cuál sea me vale- sonrío.

-La casa de al lado esta deshabitada, cuando venga tu grupo pueden quedarse en esa. Si se quieren quedar...- rectifica algo avergonzado.

-Gracias Aaron, seguro que lo hacen.- Sonrío.

-Ah se me olvidaba, pero tienes que dejar tus armas en la armeria, no están permitidas tenerlas por el pueblo.

Me tenso inconscientemente. ¿Dejar mis armas?¿En un pueblo que me acaba de aceptar sin pedir nada a cambio, me han dado una casa gratis y "confían" en una niña llena de sangre? Les daré mi pistola y mi cuchillo, pero mis dagas me las quedo.

-Claro, no hay problema.- Aprieto los labios y sigo a Aaron para que me guié hacia la armeria.

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-Puedes cogerlas cada vez que salgas fuera.- Me sonríe la chica que creo que se llama igual que yo.

-Ya claro- digo con desprecio mientras me saco mi bowie y se lo tiendo.

-La pistola tambien.- Dice guardando mi cuchillo.

Doy un suspiro sonoro y saco mi arma del cinturón, la miro por ultima vez y veo el grabado que pone "Dixon". Sé la tiendo a Olivia y le digo algo que espero tenga en cuenta.

-Porfavor, ese arma es importante para mí. Te pido que no la guardes con las demás y que solo la pueda usar yo.

Me asqueo, acabo de sonar super cursi y tambien algo que odio. He sonado débil. Pero no miento en mi declaración, es un arma especial que me salvo la vida y es de alguien importante para mí.

-Claro bonita, prometo cuidarla bien.

Finjo una sonrisa y estoy dispuesta a dirigirme a lo que es mi nueva casa pero alguien me para.

-Si necesitas algo, vivo a cuatro casas de la tuya.- Me susurra Aaron.

Asiento y empiezo a caminar pero este vuelve a hablar.

-Y dúchate, apestas un poco a tortuga.

Sonrío y me despido de el agitando la mano.

Llego a la casa donde me voy a quedar durante un tiempo indefinido y subo las escaleras del porche. Estas rechinan a cada paso que doy. Giro el pomo a la izquierda y la puerta se abre mientras los olores a madera y metal me llenan los sentidos nasales.

En el recibidor hay unos marcos vacíos de todos los tamaños, subo la vista y a mi izquierda esta el salón. Un salón que se ve como si fuera un sueño, una ilusión. El sofa de color beige tiene algunos cojines rojos y debajo de este hay una alfombra larga que llega hasta los pies de una chimenea, ¡UNA CHIMENEA! Me acerco corriendo a la chimenea y de paso puedo ver que en la mesa del comedor me han dejado algunas toallas y mantas que van a juego con el color de la casa. Me acerco lentamente con el corazón a mil hacia la cocina, una cocina marmolada. Me acerco al grifo y no puedo evitar soltar un pequeño gritito de alegría al abrir la llave y que salga agua limpia. La parte de abajo es preciosa, no me quiero ni imaginar la de arriba. Antes de ir a la de arriba abro la boca y bebo agua del grifo.

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El agua caliente cae sobre mi piel, no me puedo creer que me este duchando con agua caliente. El agua toma un color rojizo y va cayendo al desagüe mientras ahora comienza a salir limpia, los restos de sangre ya se me han ido, creo que no volveré a comer tortuga por un tiempo. Me lavo el pelo haciendo leves masajes en mi cuero cabelludo y luego lo aclaro. Salgo de la ducha y envuelvo una toalla al rededor de mi cuerpo, quito el vaho del espejo y puedo ver a una chica muy diferente a lo que era antes. Una chica que los ojos verde esmeralda le resaltan en su nueva piel pálida, se ve más blanca que antes ya que ahora no tiene mugre. El pelo color chocolate me llega más abajo que los hombros cosa que no me gusta nada. Me miro al espejo nuevamente y veo una nueva versión de Olivia, una Olivia que ya no es débil.

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La puerta suena cuando estoy terminando de ponerme unos pantalones verde militar, me ajusto la camiseta blanca de tirantes y me miro en el espejo una vez mas antes de sonreír y dirigirme a la puerta. Abro y me encuentro con una chica rubia que lleva el pelo atado en una coleta alta.

-Se que te han dicho que nadie te iba a molestar pero Deanna me ha dicho que te traiga esto.- Me enseña una caja con papel higiénico, algo de ropa y un poco de comida.

-Oh, gracias...- Digo mientras acepto la caja.

Un silencio incomodo se propaga y me veo obligada a interrumpirlo.

-Me acabo de duchar, no sabia qué teníais agua caliente- sonrío tímidamente.

-Oh, ya veo. Antes era estilista, ¿Quieres que te corte el pelo?

-No me conoces de nada.- Digo con una ceja encarnada.

-Todos somos desconocidos hasta que nos conocemos.- Sonríe pasando a mi casa.

Levanto las cejas y cierro la puerta.

-¿Como te llamas?- Pregunta la rubia mientras va peinando mi pelo.

-Olivia.

-Bonito nombre, yo me llamo Jessie.

Me quedo callada y un poco incomoda ya que una chica que no conozco de nada esta en mi nueva casa cortándome el pelo y no tengo ningún arma ya que mis dagas están en mi pantalón de arriba.

-Tengo dos hijos, uno se llama Ron y otro Sam. Ron tendrá un año más que tú.

-¿Cuántos tiene?- Pregunto.

-Quince.

-Entonces sí que es un año mayor que yo.

Jessie ya había terminado de cortarme el pelo y me había invitado a comer a su casa para conocer a sus hijos.
Me miro en el espejo y veo mi nuevo corte, el pelo casi me llega a la altura de los hombros y lo tengo mas suave y bonito. Sonrío y me guardo las dagas. Una en mi bota y otra en mi cinturón para no ir desprotegida. Iré a hablar con Deanna sobre cómo encontraremos a mi grupo, siento que no podré aguantar mucho más tiempo aquí sola y sin ellos.





HOLAAAAAAA

¿QUE TAL EL CAPPP? Vale, ya dejo de hablar en mayusculas.

Espero que os haya encantado tanto como a mi la llegada de Olivia a Alexandria

Pequeño maratón de los capítulos (24,25 y 26) Espero que no se os haga muy aburrido porque no este el grupo pero tranquis que ya habrá acción con ooo sin el grupo >:DDD
Yyy daros las gracias por el apoyo que está recibiendo el fic😭
NO ME LO CREO NI YOOO

HASTA EL SIGUIENTE CAPPPPP

A TU LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora