Un filo de cuchillo roza mi garganta, trago grueso.
-Te mataron.- Digo más para mi misma que para él. Escuche sus gritos y vi cómo le mordían un brazo.
-Casi me matan- corrige.- Me mordieron el brazo, si. Pero existe una cosa llamada amputarse un brazo.
Mierda. Este cabron sigue vivo. La ira comienza a apoderarse de mi, las piernas me tiemblan. Pero no de miedo no, sino de rabia. Prometí a Maggie que yo misma mataría al gobernador, y es lo que haré.
Actuó sin pensar. Mi brazo se estira hacia arriba en un movimiento rápido y le doy un codazo en la mandíbula. Me aparto rápidamente y una flecha le atraviesa el ojo al gobernador. Voy a darle las gracias a Liam pero me tenso de arriba a abajo y soy incapaz de hablar. Miro hacia abajo, un charco de sangre se forma entre mis pies. El olor a sangre me invade las fosas nasales y me llevo una mano a la garganta.
Me ha hecho un corte en el cuello. Duele, duele mucho. Caigo de rodillas al suelo, mis piernas no reaccionan. Liam se acerca corriendo a mí gritando mi nombre. Quiero decirle que todo esta bien, que mis habilidades pueden hacer que el corte cierre rápidamente. Pero, ¿Y si no es así?
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Estoy consciente de nuevo, ¿o acaso estoy en el cielo? Abro los ojos poco a poco para encontrarme con un Liam muy aterrado.
-¿ESTAS BIEN?-Pregunta este soltando un chillido.
Cierro los ojos con fuerza, el no sabe que puedo escuchar su voz cinco veces más fuerte que todo el mundo. Vuelvo a abrir los ojos y mi mirada se pasea de izquierda a derecha. Nos encontramos en el bosque, los arboles frondosos no me dejan ver la luz solar y los pájaros pian alegres. El cuerpo del gobernador yace a un lado y yo solo soy capaz de pensar que si sigo en la tierra. Subo una mano hasta mi garganta y noto una suave tela.
-Te la he vendado.- Dice Liam.- Has perdido mucha sangre.
Sonrío, ¿debería de contarle sobre qué soy medio rarita? Ya se enterara más adelante.
Cojo un boli y me dispongo a escribir. "Se curara pronto, debemos de encontrar a los otros"
Liam aprieta los labios y se levanta para tenderme las manos y imite lo que acaba de hacer. Me levanto de un salto y miro por ultima vez el cuerpo del gobernador. Sonrío al pensar que cumplí mi promesa a Maggie, ya esta muerto.
Liam y yo hacemos el camino en silencio, evitamos mirarnos a toda costa.
-¿Porque quieres encontrarlos?,¿Y si están muertos?- Dice Liam de repente.
Lo miro, me he quedado en blanco. ¿Porque quiero encontrar a mi grupo?, ¿Porque quiero encontrar a Carl?, o a Daryl.
-El destino une y separa, sin embargo ninguna fuerza es lo suficientemente grande para hacernos olvidar lo que nos hico felices.- Suspiro.- Desde que mis padres se fueron, ellos me han hecho felices. Y no podría vivir sabiendo qué están vivos y no conmigo.- Aparto la mirada y sigo caminando.
Diviso una especie de comunidad abandonada. Necesitamos provisiones, estamos secos de comida y necesitamos reponer fuerzas para poder luchar contra caminantes o contra personas.
-Necesitamos comida y un refugio para pasar la noche.- Miro a Liam.- Vayamos a esas casas a ver si hay algo.- Señalo.
Liam asiente.
Saco mi pistola y me adentro a una casa junto con Liam. Abrimos la puerta de una patada y todo se queda en silencio. Las paredes de flores rosas están manchadas de sangre, los sillones magenta están sucios y los muebles de la cocina están abiertos. Miro a la derecha de la cocina y veo una puerta cerrada ¡Ja! Mis padres hacían lo mismo, teníamos una puerta al lado de nuestra cocina donde estaba la despensa.
-Bueno querido Liam- me acerco hasta la puerta y la agarro del pomo.- Vengo a hacerte el día.- Me giro para quedarme de frente mirando a Liam y giro el pomo hacia la izquierda. La puerta se abre y hago una especie de reverencia para enseñarle toda la comida que hay en la despensa. Arrugo el entrecejo al ver la cara de terror que tiene Liam. Voy a preguntarle que porque no se alegra de que tengamos un arsenal de comida pero una fuerza pesada me hace caer al suelo.
Un grito ahogado se atasca en mi garganta al escuchar un rugido que proviene de mi espalda, me giro rápidamente hasta que un caminante queda a horcajadas encima mio. En puño mi pistola y voy a levantarla para deshacerme del muerto pero este hace un movimiento brusco que hace tirar mi pistola a la otra punta de la habitación. Gruño y intento hacer fuerza para sacármelo de encima pero soy incapaz.
-¡LIAM, AYUDAME!-Grito agobiada. El caminante se acerca cada vez más a mí y va pegando pequeños mordiscos al aire intentando alcanzarme.
No hay respuesta por parte de Liam.
Jadeo con la respiración a mil por hora. No puedo morir, no ahora. Cierro los ojos y aparto los ojos porque lo que estoy apunto de hacer me da demasiado asco. Levanto mi mano y clavo mis dedos en los ojos del caminante echándole la cabeza hacia atrás. Este cae al suelo y yo gateo para así alcanzar mi pistola.
-¡Liam, te he dicho que me ayudaras!- Exclamo.
Levanto la vista hacia la estancia y me encuentro que no hay nadie. Solo en la puerta se escuchan mas gruñidos que probablemente sean caminantes. Voy hacia la puerta y me quedo en blanco. Dejo de pensar.
El Liam con el que hablaba hace unos minutos esta en el suelo, siendo devorado por unos caminantes. Aprieto los labios y alzo la vista para ver una horda acercarse. Aguanto las lagrimas que quieren fluir por mi rostro y subo corriendo a la parte de arriba de la casa. Me limpio las lagrimas que no he podido aguantar y salto por la ventana. Caigo en seco y saco unas bengalas que encontramos Liam y yo en la tienda que saqueamos unos días atrás. La tiro a una casa que esta a unos cien metros de mí y salgo corriendo dirección contraria a los caminantes.
Corro, corro y corro.
Corro porque ya no soy la Olivia que cenaba pizza los viernes, ya no soy la Olivia divertida y sonriente que cantaba canciones los lunes con sus padres mientras iba al colegio, ya no soy la Olivia que era feliz y risueña. Corro porque el mundo ha cambiado. Y si el mundo a cambiado, la Olivia de hace unos meses tambien lo ha hecho.
Ya no soy débil, ahora soy una superviviente y estoy dispuesta a encontrar a Carl.
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A TU LADO
ActionUn día cualquiera el mundo se fue a la mierda. Olivia trata de sobrevivir únicamente con su mejor amigo pero se lo arrebatan y una parte de ella se rompe. Carl sobrevive con su familia, parece un niño feliz pero también está roto. Un día sus caminos...