Pretty Ꞝ Sahyo

veintiuno¡!

—Jihyo... ¿Ayer hice algo que no debí haber hecho?— preguntó Sana después de terminar de ingerir un bocado de sándwich que le había preparado la pelinegra.

—Bueno, hablando de cosas que no debiste hacer, siempre haces payasadas entonces no veo la diferencia.

—¡Estoy hablando en serio!— ambas rieron.

Jihyo recordó las palabras de Dahyun y entonces las siguió al pie de la letra. —No hiciste nada ridículo, solo tuve que cargarte al cuarto— dijo con una sonrisa, cerca de reír.

—Gracias por... Cuidar de mí, al menos no dije nada estúpido— dijo antes de continuar comiendo.

Hyo la acompañó en la acción mientras en su mente se repetía aquella última frase que había dicho Sana antes de caer dormido. ¿Ser la mamá de sus hijos? Se le había hecho muy extraño.

Justo como habían prometido antes de dejar la fiesta el día anterior, Momo, Chaeryeong y Nayeon fueron a casa de Jihyo para entregarle sus regalos.

Y ahí estaba Sana, entrando en pánico porque no recordaba haber traído el suyo o, de haberlo guardado, no recordaba dónde lo había puesto.

—Pst, Sana— Nayeon le dió un codazo siendo que las otras tres chicas estaban sentadas en el sofá de la estancia algo lejos de ellas. —Ayer me diste ésto y me dijiste que lo guardara bien y que si lo perdía revelarías mi secreto— la chica le tendió una cajita que era justo lo que estaba buscando.

—Dios, perdón por la amenaza, pero ¡Gracias, unnie! Siempre supe que eras una buena amiga — Minatozaki viró los ojos y ambas fueron con los demás.

Jihyo ya había abierto los regalos de todas a excepción del obsequio de Sana. A diferencia de los demás, no era una bolsa mediana donde podía caber un hoodie, tampoco era una caja cuadrada donde había dulces y ramen dentro y mucho menos era un sobrecito con pulseritas en su interior, era una cajita plana y rectangular que al menos podía caber algo pequeño ahí dentro.

—¿Qué es?— cuestionó Momo mientras comía uno de esos ramen que había en la caja.

—Un caballo— le respondió Nayeon bromeando, ganándose una mala mirada de la chica.

Ante la expectante mirada de los demás, abrió la cajita encontrándose con un lindo collar plateado, con lentitud sacó el contenido y al extenderse, la cadena dejó ver al final un dije con forma de media luna. Jihyo le pidió ayuda a Sana para colocarselo y también le dió las gracias a todos por los obsequios, mientras la chica le miraba con un brillo en los ojos.

Tú eres mi luna, Jihyo.