Pretty Ꞝ Sahyo

treinta¡!

Finalmente Hyo, Momo y Chaer habían llegado a dónde estaba Nayeon.

—¿Entonces nos reunimos en el área de comidas?— Todas asintieron a la pregunta de Momo.

—Nos vemos en una hora.— Nayeon habló. Una sonrisa se dibujó en sus labios al ver los dedos de Hyo jugar con el dije de ese collar que veía a diario en su cuello.

Luego de haber acordado dividirse para facilitar la búsqueda del regalo de cada uno y ubicar un punto de reunión fue que cada quien partió por un lado distinto.

Nayeon se empeñó en buscar a fondo en la tienda de ropa en la que había planeado comprar, buscó hasta que una prenda la convenciera y al final terminó comprando un hoodie color rosa bebé.

Momo compró una blusa. Se resistió a comprar algo de la dulcería como un regalo aunque... Nunca habían dicho que no debía comprar algo para ella, ¿O sí? Ah, podría pasar por ahí después, ¿Verdad, Momo? Ella asintió.

Chaeryoung, por otro lado, había llegado a una tienda de discos de música al pasar y ver en la vitrina mercancía del grupo favorito de su amiga, que por cierto, también le gustaba a ella, entonces terminó comprándolo.

Jihyo estaba indecisa. Había explorado de arriba a abajo las tiendas de ropa, se dió por vencida con las tiendas de accesorios y no se vió atraída por las tiendas de música y electrónica. Al final se veía cada vez más orillada a comprarle dulces a Sana.

Rendida por la búsqueda se propuso subir al segundo piso donde estaba la dulcería, tomó elevador teniendo en cuenta que ya había malgastado la mayoría del tiempo paseándose por todo el mall y al llegar a dicho nivel se apresuró a divisar la tienda que buscaba.

Cuando fijó su rumbo se dedicó a ir a ella pero notó su agujeta desatada, se detuvo en la orilla del largo pasaje y cuando terminó alzó la mirada. Su mirada atrapó algo como objetivo y es que frente a ella estaba una joyería.

Lentamente se puso de pie y avanzó los pocos pasos para quedar frente a las vitrinas, de repente sus curiosos ojos explotaban los brillantes productos ahí y fue entonces que lo vió: Un collar idéntico al suyo, justo como el que traía en ese momento, el que le había regalado Sana en su cumpleaños, aunque había un detalle...

El collar era parte de un conjunto. Una media luna y una estrella dentro ese espacio complementándose entre sí.

Jihyo nunca llegó a la dulcería.