❝Ella trajo la desgracia consigo, su existencia es una calamidad y una tragedia.❞
→ Daiana sabía muy bien que tener una vida plena y llena de emociones estaba completamente prohibido para ella. Existir era una tragedia para el mundo que la recibió...
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CAMBIO.
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━¿La montaña... Kukuroo?━preguntó una semidormida Dai para después llevar un poco de pan a su boca.━Estuve cerca de allí una vez para probar un chocolate, pero me acabó decepcionando mucho.━dijo la castaña una vez se reunió con sus amigos, cruzándose de brazos al recordar lo mal que este sabía, y después chasqueó los dedos.━Ah, ¿no es allí dónde vive la familia Zoldyck?
━Eso es lo que nos han dicho, ¿qué sabes del lugar?━preguntó Gon con curiosidad.
La castaña se llevó una mano a su mentón, tratando de recordar. Pero lo único que consiguió soltar fue un bostezo por el sueño que tenía.━No sé... no puedo pensar bien cuándo tengo sueño.━respondió tallando sus ojos.━Pero no puedo dormirme ahora...
━Te compraremos algo para que te despiertes en el camino, ¿un café?━sugirió Leorio, dando pequeñas palmadas en la cabeza de la menor para mantenerla despierta. Pero la Netero negó de inmediato al odiar el sabor del café.━Entonces un té.━dijo al recordar que la castaña solía beber mucho té en su viaje en el globo aerostático.
━¡Ah, sí! Pero no puede ir solo, el té tiene que acompañarse de galletas al menos...━volvió a bostezar, y Hana ayudó a Leorio a tratar de mantenerla despierta porque sabía que dentro de poco caería inevitablemente dormida por un largo rato.
Mientras los demás buscaban la manera de mantener despierta a Daiana, Kurapika se encargó de encontrar la información sobre la montaña, y reservó unos billetes para viajar hasta el país lo más rápido posible, puesto que saldrían aquel mismo día. Sin embargo, el tráfico no parecía estar a su favor y en cuánto tomaron un taxi se produjo un gran atasco. Los tres estaban muy preocupados, pero por otro lado, Dai se mantenía calmada entre tanto comía algunas galletas.
━A este paso vamos a llegar tarde para nuestro vuelo.━dijo el rubio, observando preocupado la carretera.
━¡Dai-chan, no te duermas!━trató de despertarla en aquella ocasión Gon, tirando de su mejilla en tanto que Leorio trataba de convencer al taxista de que se diera prisa.
