Unos dias

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Barcelona

Mi móvil estaba petado con llamadas y mensajes de Pedri.

Lo bloqueé por todos lados.

No quería saber nada de él.

Entonces cuando mis padres se habían ido y solo quedábamos Pacho y yo, Pedri apareció.

Llevaba las manos en los bolsillos y tenía ojeras.

- No me dejes porfavor. -rogó.

Me crucé de brazos, esperando a que se cansara y me dejara en paz.

No resultó.

- Vicky, empecemos de cero. Se que he sido un tonto.

Iba a cerrarle la puerta.

- Lo de Ivanna fue porque temí enamorarme de ti. Luego empecé a sentir cosas por ella.

<¿ENAMORARSE DE MI?, MIRAA, MIRAA>

Pacho apareció de la nada y le pegó un puñetazo.

Me llevé las manos a la boca tras ver tendido a Pedri en el suelo con la nariz sangrando.

- Me lo merezco. -dijo mirándome.

Aparte la mirada y miré a mi hermano.

- No quiero que te vuelvas a acercar a ella.

Entonces, le cerró la puerta en las narices.

Pacho me abrazó.

- No entendía porque estabas tan rara. -dijo besando mi cabeza.

Seguimos abrazados hasta que nos llegó una llamada de papá.

Decía que no vendría hasta por la noche.

Genial.

Y yo me iba esa misma noche a Londres.

- Papá, yo me voy. Tenía pensado decirlo en la comida. Vuelvo a Londres.

Escuché silencio.

Después llegó el popurrí.

- Como te vas a ir ahora hija, y las salidas que íbamos a hacer, nos nos puedes dejar ahora, te queda tiempo para volver.

Suspiré.

- Ya está decidido papá.

Entonces le escuché murmurar y me pasó a mamá.

- Cariño, haz lo que creas que es mejor para ti.

Entonces, escuché la voz de papá hablándola muy indignado.

Después mamá colgó y me subí a hacer las maletas.

No tardé en meter mis cosas en la valija.

Pacho me llevó más tarde al aeropuerto y llegue a Londres casi a las doce de la noche.

Pedí un Uber y llegué a mi piso.

Estaba como lo dejé.

Dejé la maleta en algún lado y me eché a la cama a dormir.

No lo conseguí.

Mi mente no dejaba de pensar en Pedri.

En su nariz sangrando.

Y en lo honesto que parecía diciéndome que lo había echo para evitar enamorarse de mi.

Al final, fue su única norma.

No enamorarnos.

Y fue él quien la incumplió.

Admito que yo sentía algo por el.

The Boy Is Mine +18 | PEDRI GONZÁLEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora