The Boy Is Mine +18 | PEDRI GONZÁLEZ

Ya no quiero

Barcelona

Cuando me levanté, tenía el móvil lleno de mensajes de Pedri.

Me pedía perdón por lo de ayer y quería que fuéramos a la playa esta tarde.

Acepté sin dudarlo.

Después me pasé toda la mañana pensando en la quedada de Pedri.

¿Seria como una cita?

Me emocioné demasiado.

Comí rápidamente y subí a mi habitación a arreglarme.

Me puse unos vaqueros negros con un top dorado y unas sandalias del mismo color.

Estuve ojeando el Twitter ya que me había preparado algo rápido y me sobraba tiempo.

Me recreé haciéndome una trenza y después me maquillé sutilmente.

Eran las cinco cuando me llegó un mensaje de Pedri.

Me cancelaba la salida.

Me quedé de piedra.

Me entraron muchas ganas de ir a su casa y preguntarle directamente porque se comportaba conmigo así.

Desanimada, me quité la ropa y me puse el pijama.

Pasé toda la tarde comiendo helado y viendo una serie en HBO.

Eran las nueve y poco más cuando me llegó un mensaje de un número desconocido.

Intenté ignorarlo, pero la curiosidad me mataba.

Era una grabación de voz.

Subí el volumen y lo escuché.

Era la voz de Pedri y la de Fer.

Se les escuchaba algo bajo, porque parecían estar susurrando.

- ¿Entonces te gusta? -dijo Fer.

- ¿Quien?

- Joder Pedri, te hablo de Vicky.

Se me encogió el corazón.

- Es solo una amiga, me baja el calentón cuando quiero, pero Ivanna, es otra cosa.

Me quedé fría.

- Y porque tienes algo con Vicky y no con Ivanna.

- Yo que se, Fer. Sabes lo de Ivanna.

¿Que pasaba con Ivanna?

- ¿Cuando vuelva a Canarias, volverás a llamar para follar a Vicky o que?

- Fer, Ivanna me gusta. Joder, sino no hubiese seguido hablando con ella cuando Vicky y yo comenzamos lo nuestro.

En algún momento comenzaron a salirme las lágrimas.

Me puse la mano en la boca, aguantando los sollozos.

- Creía que Vicky me gustaba pero estoy enamorado de Ivanna.

- Cabron, estás jugando con la hija de tu entrenador.

- Solo serán unos meses más. Después, cada uno por su lado.

- Entonces, ya no la llamarás.

- ¿Para que la necesito si Ivanna es tres veces mejor que ella?

Entonces la grabación terminó ahí.

Las palabras de Pedri no dejaban de rondar por mi mente.

No bajé a cenar esa noche.

Nadie me molestó.

Más tarde, cuando todos dormían, salí de casa.

Vagué por la playa, llena de personas en chiringuitos.