The Boy Is Mine +18 | PEDRI GONZÁLEZ

Extra

El bebé.

Después de la boda no perdimos el tiempo para buscar un mini.

Pedri estaba muy ilusionado y yo también.

Siempre me mimaba y dejaba besos en mi barriga, esperando que hubiese un bebé ahí.

No lo hubo.

Al menos no en ese tiempo.

Pedri siempre me dijo que no pasaba nada.

Aunque veía en su cara que estaba desilusionado.

Se centró en el fútbol y en nuestro matrimonio.

Yo no dejaba de pensar que quizá fuera un problema mío.

Que, quizá era infértil.

Nunca quise hacerme la prueba por miedo a que fuese real.

Entonces un día, en vacaciones, Pedri me llevó a Madeira.

Pasamos unos 15 días de puro sol y arena.

Y mucho sexo.

Siempre me repetía que no pasaba nada.

Que a lo mejor el destino quería que disfrutásemos más tiempo solos.

Lo creí.

Esa mañana, lo vi parado en la ventana mirando a la nada.

Yo estaba desnuda, como siempre.

Quise acercarme a él pero unas ganas de vomitar me hicieron salir corriendo al baño.

Pedri se giró y me escuchó vomitar.

Cogió mi pelo en una coleta y me acarició la espalda con mimo.

- Mi vida, ¿estás bien?

Asentí agarrada a la taza del vater.

Cogí papel y me limpié la boca.

Después me levanté y me lavé la cara.

Seguidamente, cepillé mis dientes.

Pedri me miraba a través del espejo.

No pude evitar ponerme a llorar.

Pedri no dudó en acercarse y abrazarme.

- Lo siento. -dije.

El negó mientras me acariciaba la espalda.

- Soy tan inútil que no puedo darte ni hijos.

El me cogió de la cara y me hizo mirarle.

- Nunca digas eso, Vicky. Te amo, con minis o sin ellos.

Asentí y lo abracé.

Pedri me llevó en brazos hasta la cama, donde se tumbó conmigo y me acarició hasta volverme a dormir.

Me tapó con una manta.

Me levanté y no le vi.

Lo escuché llorar.

Y ahí me rompí.

Pensé que lo nuestro no duraría mucho.

Me hice la dormida cuando salió del baño.

Se tumbó a mi lado y susurró un "te amo".

Poco después escuché su respiración calmada y supe que se había dormido.

Me puse unas bragas y una camiseta de las suyas y bajé con el móvil en la mano a la cocina.

Llamé a Sira y me contestó al momento.

- Hermanita, cuanto tiempo.

- Sira necesito que me ayudes.