Adicto a ti

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París

Contenido explícito.

Me levanté gracias a los toqueteos de Pedri en mi culo.

Quise moverme pero no me dejó.

Luego se me acerco mucho y sentí su alegría mañanera.

Quise reírme pero me tapó la boca.

- A mi no me hace gracia.

Solo consiguió hacerme reír más fuerte.

Me giré para encararle y lo besé.

Él estaba desesperado.

Me cogió de la cintura y quiso quitarme los shorts de pijama.

- Me estaba volviendo loco verte con eso puesto.

Lo dejé.

Bajó su cabeza y se metió entre las sabanas para besar mis piernas y posteriormente, mi centro.

Suspiré pesado.

No tardó en quitarme las bragas con los dientes.

Como dijo aquella vez.

Me moje el doble con solo verlo y sentir su respiración tan cerca.

Después hundió su cabeza en mi intimidad.

Su lengua hacía maravillas en mi clitoris.

Gemí extasiada.

Después metió dos dedos en mi y comenzó a hacer tijeras con ellos.

Quise morirme allí mismo.

Mis manos le daban placer a mis pechos.

Pedri seguía lamiendo mi entrada y poco después devolvió toda su atención a mi clitoris.

Lo pellizcó con la otra mano y después lo mordisqueo con los dientes.

Tiré de su pelo.

De mi boca no dejaban de salir gemidos.

Este hombre dejaba a los demás en un plano a parte.

Me corrí cuando toqueteó con los dedos mi hinchado clitoris y después lo mordió.

Me quedé en la cama sin moverme, después subió y me besó.

Mis fluidos se juntaron con el sabor de nuestras bocas.

Luego me penetró de una sola estocada y gemí en su boca.

Sus movimientos eran desiguales, pues buscaba acabar pronto.

Me penetraba muy duro.

Cerré los ojos y me concentré en correrme.

Pedri chocaba contra mi punto dulce cosa que me hizo morderme el labio.

Después el gruñó cuando me apreté contra su jodida polla.

Aumentó el ritmo de sus estocadas y creí ver el cielo por un momento.

Pedri quería llegar rápido y ni siquiera teníamos un ritmo.

Así que lo tiré a la cama y me subí encima suya.

Comencé a saltar como una profesional.

Pedri no dejaba de gemir y tocar mi culo.

Después noté como se tensó.

Yo llegué al instante.

A Pedri le costó más.

Así que cuando su liberación llegó, me levanté y lo dejé allí.

The Boy Is Mine +18 | PEDRI GONZÁLEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora