El baño

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Barcelona

Contenido Explícito

No pasó mucho tiempo para que Pedri me estuviese comiendo la boca en el baño del antro.

Me tenía acorralada entre la pared y su cuerpo.

Gemí cuando comenzó a toquetearme por debajo del vestido, el cual subió hasta la altura de mis caderas.

Intenté seguirle el ritmo del beso pero me fue imposible.

Pedri siguió devorando mi boca hasta que su móvil comenzó a sonar.

La primera vez lo dejo pasar y no hizo caso.

Luego el tono volvió a sonar y tuvo que contestar bastante cabreado.

Me dejó con las ganas pero no me quedaría con ellas. Al menos no sola.

Me agaché a la altura de sus caderas y desabroché su cinturón.

El me miró pero no me hizo ningún gesto para que parara, por lo que no lo hice.

Él seguía con la llamada.

Desabroché el botón de su pantalón y lo bajé junto a sus bóxer.

Su pene apuntó en mi dirección.

Lo cogí con una mano mientras que noté como Pedri se tensaba y comenzaba a respirar más profundamente.

Escupí en su polla y mi mano comenzó un vaivén rápido en la misma.

Entonces Pedri comenzó a tartamudear.

Seguí con los movimientos de mi mano mientras él intentaba calmarse para seguir hablando.

- Si..., Fer todo bien, hmm, estoy u-un poco indispuesto. - dijo mirándome.

No tardé mucho en llevarme su erección a la boca.

Chupé su pene mientras le miraba desde abajo.

Sus caderas comenzaron a moverse en contra mia, por lo que su pene se metía más en mi cavidad bucal.

Saqué su pene de mi boca para comenzar a lamerlo, cosa que lo hizo suspirar.

Besé su punta y mi mano siguió con los movimientos alrededor de su longitud.

No tardó mucho en colgar y comenzar a mover sus caderas.

Volví a meter su pene en mi boca y después me comenzó a penetrar la cavidad bucal.

No pude evitar mirarlo, su ceño estaba fruncido, y sus dientes mordían su labio inferior.

Con sus manos me hizo una coleta mal echa y comenzó con mi cabeza un vaivén contra su pene.

Se corrió al momento.

Cuando me levanté me cogió de la cara y me besó.

- La mejor mamada de mi vida. -susurró a centímetros de mi boca.

Abrió la puerta del baño, pero antes me pegó una nalgada.

Cuando volvimos del baño, los chicos seguían bailando a excepción de alguno, que estaba en el reservado.

Cuando Pedri se acercó los demás le comenzaron a hablar, él no borró la sonrisa durante toda la noche.

Yo, bailé hasta las tantas con Sira.

Luego todos nos sentamos en el reservado y comenzamos a beber.

Los chicos comenzaron a molestar a Pedri e insinuaron si había tenido algo con alguna chica de por aquí.

The Boy Is Mine +18 | PEDRI GONZÁLEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora