Vivamos juntos

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Viena

Contenido explícito.

Llegamos a las seis de la tarde a Austria.

Solo ver el paisaje, tranquilizaba mucho.

Traje mi equipo de esquí para disfrutar el día al máximo.

Al fin y al cabo, esquiar se puede en mucho sitios, ninguno con paisajes tan bonitos como en Austria.

Besé a Pedri cuando llegamos al hotel.

Nos bañamos juntos y nos entretuvimos hablando de todo.

- He pensado mientras entrenaba, que podíamos irnos tú y yo solo a algún lado en año nuevo.

Lo miré emocionada.

Mi cabeza descansaba en su pecho.

Cogí sus manos y las entrelacé con las mías.

- Me parece estupendo.

Luego suspiré.

Me gustarían unas navidades con Pedri solo para mi.

Nos besamos y después salimos de la tina.

Dimos un paseo después de cambiarnos.

En esta época del año, Viena era un cubito de hielo.

Íbamos de la mano paseando por las céntricas calles de la ciudad.

Después Pedri me invitó a cenar en un restaurante.

Nos sirvieron comida típica de Austria.

No pudieron faltar las cervezas.

Nos tomamos una entre los dos.

Cuando volvimos al hotel ya iba un poco piripi, pero nada que ver con otras veces.

Me abracé a Pedri y me quedé muy dormida.

A la mañana siguiente, no me levanté con dolor de cabeza, sorprendentemente.

Solo con unas ganas de tener sexo increíbles.

Me quité las bragas.

No perdí en tiempo y le bajé los bóxers a Pedri mientras seguía durmiendo y comencé a masturbarlo.

No pasó mucho para que su pene se pusiera duro.

Entonces, me lo llevé a la boca y comencé a lamerlo.

Pedri comenzó a mover la cadera en sueños.

Me centré en darle atención a su glande.

Después Pedri se levantó y me miró con los ojos llenos de deseo.

- Que buenos días.

Se mordió el labio y después siguió moviendo las caderas.

Se tensó poco después.

Y se corrió al momento.

Pedri me cogió en brazos y me senté encima suya.

Ubiqué su pene en mi entrada y me restregué en el.

Luego, lo metí de una y comencé a saltar.

Pedri me cogía fuerte de las caderas.

Yo gemía extasiada.

Me quité el top que me cubría y me quedé desnuda.

Pedri pellizcaba mis pezones mientras yo saltaba como una experta.

Me mordí el labio y me llevé la mano al clitoris.

Me estimulé.

Lloriqueé cuando Pedri retorció mi pezón.

The Boy Is Mine +18 | PEDRI GONZÁLEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora