Arreglos

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Barcelona

Llevaba casi dos semanas sin ver a Pedri.

Solo quería que habláramos por mensaje y llamadas.

Los chicos venían de vez en cuando, pero ya no tanto como antes.

Ayer había amanecido hablando por videollamada con Pedri.

Siempre hablamos de varios temas pero no saqué el tema de que creía que me estaba evitando.

Nuestra relación había mejorado bastante desde entonces.

Éramos amigos con derecho fingiendo ser novios.

Lo que me sorprendió fue que en esas dos semanas, Pedri no me había llamado para nada relacionado con el sexo.

Yo me había cortado varías veces en decirselo.

El tampoco sacó el tema.

Quedaban a penas unas horas para irnos a Formentera.

Algunos de los chicos venían, otros ya tenían planes.

El plan inicial era ir a Ibiza, y después estar un día en Formentera.

Sira quería ir a una fiesta ibicenca a la que sus amigas de hípica la habían invitado.

Ella aceptó y nos íbamos a ir todos a esa fiesta.

Papá y mamá irían a su aire. No querían saber nada de nosotros en esos cinco días.

Cuando nos lo dijeron nos reímos.

Pacho quería llevarse a los perris pero iba a ser imposible.

Tuvimos que dejárselos a mi tío, que los aceptó divinamente.

Le pregunté varias veces a Pedri si vendría, pero siempre me cambiaba de tema.

Luego papá me contó que su hermano y una amiga habían venido a pasar unos días en Barcelona y que Pedri tenía que quedarse con ellos.

No me lo tomé mal, simplemente quería escucharlo a él, decírmelo.

Me di una ducha y me puse ropa cómoda para el viaje.

Los chicos ya habían llegado porque se escuchaba jaleo abajo.

Cogí unas sandalias y me puse un pantalón blanco de lino con un top negro.

Cogí mis gafas de sol y una gorra.

Sira llevaba millones de cosas en las manos y una gran maleta.

Todos se quedaron flipando porque solo llevaban una maleta de mano y una mochila pequeña para cosas puntuales.

Salimos de casa y nos fuimos todos aplastados en dos coches.

Solo íbamos Sira, Pacho, Ferran, Gavi, mamá, papá, Eric, Fermín y yo.

Cuando llegamos al aeropuerto, todos los focos se pusieron en nosotros.

Éramos literalmente perseguidos por los paparazzis.

Cuando entramos a la zona vip para pasajeros nos hicieron el típico control y pudimos buscar tranquilamente nuestra puerta de embarque.

Muchas de las personas que iban a viajar y que nos vieron, nos pararon a pedir fotos.

Incluso a mi por ser "novia" de Pedri e hija de Luis Enrique.

Cuando pudimos escapar del tumulto, respiramos tranquilos.

No pasó mucho tiempo para que pudiéramos ingresar al avión.

Cuando lo hicimos, cada uno se puso a hacer una cosa distinta.

The Boy Is Mine +18 | PEDRI GONZÁLEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora