Gánatelo

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Barcelona.

Mi grupo había vuelto a Londres porque tenían vacaciones familiares a las que asistir.

Despedirnos fue duro.

Aunque nos viéramos otra vez en poco menos de un mes.

Habían pasado unos días desde la ultima vez que vi a Pedri.

Después de nuestro repertorio de sexo, esa misma mañana me fui.

Se levantó solo.

Los demás se quedaron hasta después.

Yo necesitaba tiempo para pensar.

Bajé a la playa y pasé un largo rato meditando que hacer y que no hacer.

Quizá, debía admitir que sentía por Pedri algo más que un simple "me gusta".

¿Me estaba enamorando?

Muy probablemente.

Y el no me dejaba nada fácil porque sabía que era el mejor hombre con el que había tenido sexo.

Aunque eso no fuera todo, me ponía muy nerviosa como me miraba o como hacía las cosas.

En el mejor de los sentidos. 

Cuando llegué a casa, nadie estaba.

Me duché, recreándome.

Luego llamaron al timbre y bajé a abrir en toalla.

Era Pedri.

Suspiré.

- ¿Me recibes así?

Le dejé entrar y luego subí arriba con el detrás mío.

Lo estaba haciendo a propósito para mirarme el culo.

Cuando subimos, se sentó en mi cama.

Después cogí mi ropa dispuesta a meterme al baño a cambiarme.

- No me molesta que te cambies aquí, ya te he visto desnuda.

Me reí sarcásticamente.

Después, lo hice.

La toalla calló al suelo.

Y Pedri me miró descaradamente pegándome un repaso.

Tosió.

Después me puse la ropa interior bajo su atenta mirada.

El se levantó dispuesto a tocarme.

Le empujé y calló a la cama.

Terminé de ponerme toda la ropa y lo miré.

- Por cierto, me debes un vestido.

El se rió.

- Y tú unas bragas.

Me acerqué al cajón de la ropa interior y las saque.

Un tanga color negro.

Se lo lancé a la cara.

Luego se las guardó en el bolsillo del pantalón.

Me senté en el tocador a maquillarme un poco.

- Cariño, no te maquilles, estas perfecta.

No lo miré.

Pero no pude evitar ponerme roja de la vergüenza.

Pedri me miraba fijamente a través del espejo del tocador.

Luego me levanté y me puse unos pendientes.

The Boy Is Mine +18 | PEDRI GONZÁLEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora